"Árboles supervivientes" alrededor del mundo

Cuando se produce una catástrofe, ya sea natural o protagonizada por el ser humano, y parece que ningún ser vivo pudiera sobrevivir al caos, aparece un árbol en pie entre las ruinas. Existen innumerables ejemplos de árboles que han surgido de eventos desastrosos. Estos árboles son venerados localmente como símbolos de la esperanza y apreciados para reflejar el valor y el espíritu de las comunidades afectadas. Gracias a la amplia cobertura por los medios de comunicación, algunos han encontrado la fama y el respeto más allá de sus límites geográficos y políticos. Veamos algunos de estos llamados "Árboles supervivientes".

Peral de Callery: Sobrevivió al 11 de septiembre




Un muy dañado y carbonizado peral de Callery fue sacado de los escombros de las antiguas torres del Word Trade Center de la ciudad de Nueva York
tras el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001. Se plantó en los años 70. Cuando se recuperó, el ​​árbol de 2,4 metros de altura se encontraba en mal estado y contaba únicamente con una rama viva. Desde entonces se ha cuidado hasta que ha sanado por completo y se ha replantado cerca del Memorial del 11 de septiembre, en el Bajo Manhattan.

Aparte del peral de Callery, hay otros seis árboles que sobrevivieron al ataque del 11/9, todos los cuales ahora están plantados cerca de New York City Hall y del Puente de Brooklyn, siendo el peral el más representativo.

Olmo americano: superviviente del bombardeo de Oklahoma


El 19 de abril de 1995, una potente bomba estalló en un edificio federal en el centro de la ciudad de Oklahoma, en los Estados Unidos, matando a 168 personas e hiriendo a cerca de 700. Alrededor de 650 personas se encontraban dentro del edificio cuando estalló la bomba. Entre los supervivientes se encontraba un olmo de cien años de edad en el aparcamiento al otro lado de la calle. Antiguamente, los trabajadores llegaban temprano al aparcamiento para poder dejar sus coches la sombra de este árbol.


Edificio federal de Oklahoma tras la explosión.

La fuerza de la explosión arrancó la mayor parte de las ramas del árbol, y el vidrio y los residuos se incrustaron en su tronco. El árbol fue talado durante la investigación con el fin de reunir evidencias que contenían sus ramas y su corteza.

La comunidad se reunió y rescató el árbol. Hoy en día, el árbol prospera, y cuenta con Una inscripción que dice: "El espíritu de esta ciudad no será derrotado; nuestra fe profundamente arraigada nos sostiene".

Pino: supervivientes del tsunami de 2011


Cuando Japón fue golpeado por un tsunami en marzo de 2011, todo un bosque en el centro de la costa del Pacífico del país desapareció, a excepción de un solitario pino. Con más de 70.000 árboles desaparecidos, el pino de 250 años de edad en Rikuzentakata fue el único superviviente. Aunque el árbol sobrevivió inicialmente, la alta salinidad mató lentamente sus raíces, hasta que el árbol murió 18 meses después.

Después de esto, el árbol 27 metros de altura fue rodeado de una estructura de metal para preservar su forma. Además, se añadieron ramas de réplicas y hojas hechas de una resina sintética.

Hibaku Jumoku: superviviente de la bomba atómica


Después de que la bomba atómica destruyese grandes áreas de Hiroshima en 1945, uno de los científicos del Proyecto Manhattan predijo que la tierra sería estéril de vida y nada crecería en ella durante 75 años. Pero en la primavera siguiente, para sorpresa y deleite de todos, se observaron nuevos brotes surgiendo entre los escombros de la ciudad. Aparte de esos nuevos árboles jóvenes, cientos de árboles que se encontraban cerca del hipocentro resistieron la explosión. Aunque en mal estado y carbonizados, sobrevivieron, y pronto se sanaron. Estos árboles enviaron un poderoso mensaje a los supervivientes y les dieron la esperanza de que podrían reconstruir su ciudad.

Después de la guerra, unos 170 árboles de 32 especies diferentes fueron preservados en más de 50 lugares dentro de un radio de 2 kilómetros del hipocentro. El árbol más cercano al hipocentro es un sauce llorón que se encuentra a 370 metros de distancia de la explosión. Aunque el árbol original fue derribado por la bomba, sus raíces sobrevivieron y nuevos brotes germinaron en la base.

"El árbol que todo lo vio": superviviente de un accidente aéreo


En 1992, un avión de carga Boeing 747 se estrelló contra unos apartamentos en el barrio Bijlmermeer de Amsterdam, en los Países Bajos, matando a 43 personas. Un árbol cerca de dónde se produjo el impacto sobrevivió y se convirtió espontáneamente en un santuario para el luto. El árbol es ahora conocido localmente como "el árbol que todo lo vio". Distintas flores se colocan alrededor del árbol que sobrevivió al desastre. Cada año un funeral público se lleva a cabo con motivo del accidente.

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