El histórico pueblo de Abyaneh, en Irán

Cuando los árabes invadieron Persia en el siglo séptimo, algunos seguidores de la religión zoroástrica, huyeron a las montañas y desiertos con el fin de escapar de la conversión forzada al Islam. En un largo y estrecho valle en las montañas de Karkas, al norte de Isfahan, los zoroastrianos fundaron una cadena de aldeas. Abyaneh es una de las que a día de hoy sobreviven al paso de los años.

Abyaneh se encuentra a los pies de la montaña Karkas, a 70 kilómetros al sureste de Kashan, en la provincia de Isfahán, en Irán. El antiguo pueblo es un embrollo de calles estrechas e inclinadas, casas de adobe desmoronándose con ventanas de celosía y balcones de madera frágiles que se aferran a las pendientes. El terreno alrededor de Abyaneh contiene óxido de hierro que le dan un color rojizo, tanto al valle como a las casas construidas con ladrillos de barro.

El pueblo se encuentra en un valle, donde recibe el máximo sol posible y reduce al máximo los efectos de los vientos que soplan en invierno. Los inviernos son muy fríos, pero los veranos son agradablemente frescos. Es durante los meses de verano cuando Abyaneh está más animado, lleno de turistas y residentes que regresan después del invierno de diferentes ciudades iraníes, especialmente de Kashan y de Teherán, donde han emigran para trabajar. En los últimos años, la población permanente de Abyaneh se ha reducido a menos de 250 individuos, consistentes en su mayoría en personas de avanzada edad.

El edificio más impresionante de Abyaneh data del siglo XXI, y se trata de la mezquita Jameh, con su mihrab de nogal y tallas antiguas. Además de la mezquita, hay algunos otros lugares que vale la pena visitar, incluyendo un templo de fuego que data del período sasánida, tres castillos, un lugar de peregrinación y dos mezquitas más.

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