Osborne Reef, un intento fallido de arrecife de neumáticos

A unos 2000 metros de la costa de Fort Lauderdale, en Florida, se encuentran, en un páramo bajo el agua, una infinidad de neumáticos podridos.

Esto es Osborne Reef, un cementerio submarino que cuenta con más de 2 millones de neumáticos usados que fueron depositados aquí en la década de 1970 como parte de una operación ecológica fallida que consistía en crear un arrecife artificial.

Con el paso de los años, muchos neumáticos fueron desplazados debido a las tormentas tropicales y los huracanes, unas inclemencias meteorológicas que también produjeron daños a arrecifes de corales cercanos. 40 años más tarde, los neumáticos están todavía allí, causando más daño que haciendo bien a las aguas costeras de Florida.

Osborn Reed fue la idea de un grupo de personas sin ánimo de lucro llamado Broward Artificial Reef, o BARINC, compuesto por pescadores con la idea de crear un arrecife utilizando viejas llantas que fueron acumulando en los vertederos y zonas rurales del condado. Estaban convencidos que los neumáticos proporcionarían un hábitat perfecto para la vida marina, pero no tuvieron nada de éxito.

Con el apoyo del Cuerpo de Ingenieros del Ejército y más de 100 buques de propiedad privada, la colocación de los neumáticos comenzó en una superficie aproximada de 36 hectáreas, a más de 2000 metros de la costa y a una profundidad de 20 metros. Los neumáticos fueron fijados al fondo del mar con clips de acero y cuerdas de nailon, pero las aguas saladas rápidamente los corroyeron y los neumáticos se separaron, muchos de ellos siendo arrastrados por corrientes marinas y por las olas.

La movilidad de los neumáticos acabó por destruir cualquier tipo de vida marina que hubiese en la zona y no permitió el crecimiento de nuevos organismos. Además, lo neumáticos que quedaron sueltos recorrieron el fondo del océano dañando los arrecifes ya existentes.

Desde el año 2001 han sido varias las organizaciones que han tratado de poner fin a este fallido proyecto, pero los costes asociados son realmente elevados. En 2007, después de varios intentos fallidos, el ejército de Estados Unidos tomó parte activa en el proceso de limpieza de la zona para fines de formación y submarinismo de rescate, ahorrando así costos significativos para el estado. A partir de 2009, se recuperaron unos 73.000 neumáticos, aunque a día de hoy todavía unos 700.000 siguen frente a la costa de Fort Lauderdale.

Este proyecto no es el único de su tipo. Arrecifes similares se han construido en el noroeste de Estados Unidos, en México, Indonesia, Malasia, Australia y África. Estos países están viendo ahora las consecuencias de los arrecifes de neumáticos: desde playas en muy mal estado hasta arrecifes naturales destrozados.

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