White Sands, un desierto de yeso en Nuevo México

A unos 26 kilómetros al suroeste de Alamogordo y justo al sur de White Sands Missile Range, en el estado de Nuevo México, Estados Unidos, se encuentra una inmensa zona de arena tan blanca como la nieve. Pero a diferencia de otros desiertos, la arena aquí no está compuesta por cuarzo, más bien está hecha de cristales de yeso.

El yeso es uno de los componentes minerales más comunes que se encuentran en la Tierra, pero rara vez se ve en forma de arena, ya que se disuelve fácilmente en agua. El yeso se localiza a menudo en aguas termales o lagos, pudiéndose quedar en el fondo cuando el agua se evapora. Y así es, precisamente, como se formaron las dunas de yeso del desierto de White Sands.

La Cuenca Tularosa, en la que se encuentra White Sands, es una cuenca poco profunda rodeada por las montañas de Sacramento y San Andres. Hace unos 100 millones de años, el agua de la lluvia que provenía de las montañas lo hacía con distintas rocas, yeso y sedimentos colina abajo, acumulándose en la Cuenca Tularosa. A medida que el agua se iba evaporando, dejaba atrás capas de yeso cristalizado. Este yeso ocupa ahora una superficie de más de 700 kilómetros cuadrados de dunas, que a menudo pueden llegar a alcanzar alturas de 15 metros aproximadamente.

White Sands es el desierto de dunas de yeso más grande del mundo. Estas dunas cambian constantemente a medida que los vientos del suroeste mueven el yeso de un lado hacia otro.

A diferencia de otras arenas de desiertos, los cristales de yeso no absorben el calor de los rayos de sol, por lo que se puede llegar fácilmente a pisar sobre la arena descalzo, incluso en los meses más calurosos del verano, lo que hace a White Sands un lugar adecuado para practicar el sandboard.

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