Caballos de buceo de Atlantic City

Durante casi medio siglo, Atlantic City, en Nueva Jersey, Estados Unidos, fue el hogar de una atracción de discutible gusto que había que verla para creerla: un caballo aparentemente intrépido con una joven mujer en su espalda saltaba desde una torre de unos 12 metros de altura hacia el agua.

Este evento se llevaba a cabo en Steel Pier, un lugar popular de Atlantic City donde los caballos entrenados se sumergían hasta cuatro veces al día, durante siete días a la semana. Más tarde se extendió a otras ciudades norteamericanas.


Caballo de buceo en el Parque de atracciones Hanlan's Point, en Toronto, Canadá.

La idea del "caballo de buceo" fue inventada en Texas por el Doctor William Frank Carver, un francotirador del siglo XIX que recorrió el país con numerosos espectáculos del salvaje oeste con animales entrenados y con exhibiciones de disparos. La historia cuenta que, en 1881, Carver cruzaba un puente de madera sobre el río Platte en Nebraska cuando el puente cedió, arrojándolo a él y a su caballo al río.

El "espectáculo" de los caballos de buceo surgió a partir de este percance y, con el tiempo, se convirtió en el número favorito de Carver en sus espectáculos de con animales. Su hijo, Al, ayudaba a entrenar y cuidar a los caballos, mientras que su hija, Lorena, se dice que fue la primera mujer en saltar con un caballo al agua. Para cuando su futura nuera, Sonora Webster, se unió al show en 1923, Carver tenía dos caballos, cada uno "actuando" en una ciudad diferente.


Salto de caballo en Atlantic City.

Carver murió en 1927 debido a la mala salud, la cual se vio agravada por el ahogamiento de su caballo favorito. Después de la muerte de Carver, el espectáculo del caballo de buceo continuó con Al Carver, su hijo, al frente. En 1928, el espectáculo de caballos de buceo llegó a Atlantic City y se convirtió en un elemento permanente en Steel Pier durante las siguientes décadas.

Supuestamente, en todos los años que estuvo en funcionamiento el show, no se reportó ningún incidente de lesiones en ninguno de los caballos. Sin embargo, no se puede decir lo mismo de los jinetes. En promedio, hubo dos lesiones al año, generalmente con huesos rotos o hematomas. La lesión más grave en la historia del espectáculo le sucedió a Sonora Webster, que era la más conocida de las mujeres saltadoras en caballo. Se unió al espectáculo de Carver en 1923 e hizo su primer salto cuando solo tenía 15 años.


Sonora Webster en 1904.

En 1931, durante una inmersión, el caballo de Sonora se zambulló en el tanque desequilibrado, haciendo que la cara de la mujer golpeara directamente contra el agua. Sonora no cerró los ojos lo suficientemente rápido, lo que la provocó retinas desprendidas que la dejaron ciega. A pesar de estar cegada, Sonora continuó saltando durante once años más. Su historia se convirtió en el tema de la película de Disney de 1991 "La fuerza del valor".

Los caballos de buceo continuaron hasta 1978, cuando la presión de los grupos defensores de los animales obligó a los organizadores a suspender los shows. En 1994, la organización de Donald Trump, propietaria de Steel Pier ahora, intentó recuperar el acto con mulas de buceo y póneys, pero las protestas públicas una vez más no permitieron la celebración de más actos.


Salto en Steel Pier en 1959.


Dimah, un famoso caballo de buceo, en Atlantic City.






Entradas relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir