Capilla del Rosario en Puebla, México

Construido en el siglo XVII, este templo dorado ha asombrado tanto a sus visitantes que desde sus inicios le ha llevado a ser conocido como la "octava maravilla del mundo".

Ubicada dentro de la iglesia de Santo Domingo en la ciudad de Puebla, no lejos de la ciudad de México, la Capilla del Rosario podría ser el mejor ejemplo del nuevo estilo barroco español. Su propósito era honrar a la Virgen María y enseñar a los lugareños la práctica del rosario, del cual los dominicos (la orden a cargo del templo), fueron ardientes promotores.

Construida entre los años 1650 y 1690, la Capilla del Rosario presenta una obra artística asombrosa, mezclando los símbolos católicos tradicionales con los de la región bajo un prominente techo de oro que hace que el lugar brille con luz etérea desde las ventanas justo debajo de su cúpula.

La capilla presenta en sus paredes seis pinturas que narran la historia bíblica de Jesús desde su nacimiento hasta su debate con los doctores en el templo, todos los cuales presentan a la Virgen María y se llaman "Gozos de la Virgen". También debajo de las pinturas hay una sucesión de azulejos de cerámica azul y blanca conocidos como Talaveras de Puebla, los cuales forman un rosario gigantesco, con cada cuenta representada como la cabeza de un ángel.

Justo debajo de la cúpula hay un altar y un baldaquín. Este baldaquín hecho en mármol, pero cubierto en oro, cuenta con una representación de Nuestra Señora del Rosario en el primer nivel, una estatua de San Dominic en el segundo, y una figura del Arcángel Gabriel encima.

Aunque hay varias obras de arte que intentan igualar el esplendor y la grandiosidad de este templo, la Capilla del Rosario destaca no solo por estar ubicada en un lugar donde el oro escaseaba, sino también porque su decoración de oro de 23 quilates permanece ya a lo largo de más de 300 años, en parte debido a la composición del pegamento utilizado, que algunos guías locales afirman que se compone de aloe, miel, sangre de toro y clara de huevo (aunque una restauración realizada en la década de 1970 podría haber ayudado también).

Si viajas a Puebla, no dudes en visitar este fantástico trabajo de arquitectura religiosa para apreciar todos sus detalles y obras.