El castillo de Altinaghree, también conocido como castillo de Ogilby o Liscloon House, se encuentra en media de tierras de cultivo entre los pueblos de Donemana y Ballyneaner, al sur de la ciudad de Londonderry, em el condado de Tyrone, en Irlanda del Norte.
No se sabe con exactitud en qué fecha se construyó el castillo original, pero varias fuentes mencionan 1860 como su año de creación, mientras que otras afirman que habría sido antes, en 1850.

El castillo de Altinaghree fue una fortaleza adelantada a sus tiempos. Fue obra de William Ogilby. Se construyó íntegramente con piedra de corte irlandesa y fue rodeado por un muro del mismo material. La piedra fue transportada por caballos y carretas desde Dungiven.
Cuando se terminó, el castillo de Altinaghree era enorme y hermoso, lujosamente amueblado y con una sala de banquetes que, según se dice, no había una igual en todo el condado de Tyrone. Entre sus invitados siempre contó con obispos y políticos de Londres, Dublín y Belfast.

El castillo de Altinaghree habría sido la morada de James Douglas Ogilby, hijo de William Ogilby, si no se hubiera rebelado contra su familia al enamorarse de una costurera que trabajaba en una fábrica; Mary Jane Jamieson.
Después de que sus padres le negaran el matrimonio, quienes consideraban que Mary estaba por debajo de su posición monetaria en la vida, James desapareció durante siete años y solo regresó para fugarse con su amor, con quien se casó en 1884. Después, se mudaron a Australia, donde se convirtió en un famoso ictiólogo.

Poco se sabe qué ocurrió después con el castillo, pero a finales de siglo XIX quedó abandonado y se fue deteriorando poco a poco. Se cree que solo sirvió como residencia durante aproximadamente 30 años.

Las ruinas del castillo, englobadas en una atmósfera inquietante cuando cae la noche, se encuentran en tierras de cultivo privadas y no son accesibles al público, pero se pueden ver claramente desde la vía pública.