Castillo de Ammersoyen en Güeldres, Países Bajos

El castillo de Ammersoyen, conocido localmente como Kasteel Ammersoyen, se encuentra junto al pueblo de Ammerzoden, en la provincia de Güeldres (Gelderland) en los Países Bajos.

El castillo de Ammersoyen fue construido alrededor de 1350 cerca del río Mosa por la familia Van Herlaer. Tiene planta rectangular, casi cuadrada, de cuatro alas centradas alrededor de un pequeño patio con pesadas y redondas torres en sus cuatro esquinas. Muestra similitudes con otros castillos cuadrados como el castillo de Helmond, el castillo de Muiderslot y el castillo de Radboud, parcialmente restante.

La fortaleza de Ammersoyen está rodeada por un amplio foso.

Ammersoyen
Castillo de Ammersoyen. Actualmente parte del complejo funciona como museo (abierto al público, derecha de la imagen), y parte como oficinas y eventos (izquierda de la imagen).

Ya en 1386, el castillo de Ammersoyen fue tomado por la fuerza por Willem van Gulik (1364-1402), duque van Gelre. Los duques de Gelre se hicieron los propietarios del castillo durante 25 años. Posteriormente, en 1412 el duque Willem concedió el castillo a su hijo bastardo; Willem van Wachtendonk, quien en 1424 vendió la fortaleza a Johan Van Broeckhuysen, señor de Waardenburg.

En 1496, el castillo sirvió como la sede de la boda entre Johan Van Broeckhuysen y Otto Van Arkel. Así, hasta 5 generaciones de la familia Van Arkel llegaron a residir en el castillo de Ammersoyen, hasta 1694.

castillo foso
Foso rodeando al castillo de Ammersoyen.

En 1513, el castillo fue dañado durante un asedio y por la posterior ocupación por parte de las tropas borgoñonas, dirigidas por el conde Enrique III de Nassau-Dillenburg-Dietz.

En 1574 el castillo fue ocupado nuevamente, esta vez por tropas españolas. Sin embargo, los españoles no pudieron resistir mucho tiempo en el castillo, ya que fueron expulsados por las tropas de Willem van Oranje, quienes evitaron que el edificio sufriera daños más severos.

En 1590 el castillo no tuvo tanta suerte; fue destripado por un gran incendio que le dejó en ruinas.

castillo Ammersoyen
Castillo de Ammersoyen.

Debido a la amenaza de la Guerra de los Ochenta Años, la reconstrucción del castillo no comenzó hasta 1648. Aquella reconstrucción tomó 19 años. Curiosamente, el castillo no fue reconstruido a una casa del siglo XVII, sino a su apariencia medieval.

La existencia del castillo de Ammersoyen volvió a verse amenazada en 1672 cuando las tropas francesas invadieron los Países Bajos y destruyeron varias fortalezas a su paso. El último señor de la familia Van Arkel, Thomas Van Arkel, fue quien salvó el castillo pagando un rescate de 7000 florines a las tropas francesas.

Esto provocó grandes problemas financieros a Thomas Van Arkel y no se pudieron llegar a acometer más reformas. Thomas murió en 1694.

Después de su muerte, el castillo pasó a manos de varias familias del sur de los Países Bajos (actual Bélgica). No se habitó de forma permanente porque sus propietarios pasaban la mayor parte del tiempo en sus propiedades en Bélgica.

Interior del castillo de Ammersoyen


El último señor de Ammersoyen fue el barón Arthur de Woelmont. Durante 1868, Arthur convenció a un escritor inglés, John Box, quien escribió un libro sobre el castillo llamado: Crónicas del Castillo de Amelroy o Ammerzoden, ilustrado con fotografías del castillo y su interior.

Arthur de Woelmont vendió el castillo, completamente vacío, en 1873 a la Iglesia Católica Romana de Ammerzoden, presumiblemente después de perder una apuesta con dados con el sacerdote local. La Iglesia fundó entonces un convento en el castillo y se construyó una gran capilla adosada e incorporada al castillo.

El uso como castillo religioso terminó abruptamente en la Segunda Guerra Mundial cuando el castillo fue fuertemente bombardeado por las tropas aliadas.

interior castillo Ammersoyen
Armadura expuesta en el interior del castillo de Ammersoyen.

Después de la guerra, los restos del castillo fueron utilizados por un hombre de negocios local para instalar una fábrica de lavadoras, hasta 1957, cuando la fundación "Amigos de los castillos de Gelderland" compró el castillo y comenzó una extensa restauración.

Cuando se terminó la restauración en 1975, el castillo volvió a tener su aspecto medieval.

En la actualidad, parte del castillo se ha convertido en un museo abierto al público.






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