Castillo de Doornenburg en Güeldres, Países Bajos
El castillo de Doornenburg, conocido localmente como Kasteel Doornenburg, se encuentra junto al pueblo del mismo nombre, en la provincia de Güeldres, en Países Bajos.
El castillo de Doornenburg es un buen ejemplo de castillo medieval tardío con patio interior.
Orígenes del castillo
La primera mención del castillo de Doornenburg data de 1295, sin embargo, poco se sabe de cómo era aquella fortaleza.
Las partes más antiguas de la estructura actual datan del siglo XIV. El castillo constaba en aquel entonces de una gran sala con sótanos y un patio rectangular amurallado en una isla con foso. El exterior del salón principal estaba enyesado de rojo.
En el siglo XV se reconstruyó el patio. También se realzaron continuamente las distintas partes del edificio que, finalmente, en el siglo XVI, dieron al castillo su aspecto actual en forma de bloque.
El formidable patio amurallado en su forma actual se remonta al siglo XV. Por su parte, la capilla del castillo es probablemente un añadido del siglo XVI, mientras que los edificios domésticos y la granja del patio, algo único en los castillos de Países Bajos, datan de los siglos XVII y XVIII.
Inicios tranquilos
Hasta 1936 la historia del castillo fue bastante tranquila. No fue asediado, no desempeñó ningún papel en la historia política de los Países Bajos y nunca residió en él ninguna notable personalidad.
Tras décadas de olvido, en 1936 el castillo fue comprado, en estado ruinoso, por un industrial local Jan Herman van Heek (que anteriormente también había comprado el castillo Huis Bergh), quien lo entregó a su "Fundación para la Preservación de Doornenburg".
Posteriormente se inició una gran restauración que se llevó a cabo entre 1937 y 1941.
Destrucción y reconstrucción
Tras la fallida Batalla de Arnhem, el castillo de Doornenburg se situó en la línea del frente en 1944.
Luego, se convirtió en un cuartel general alemán, lo que provocó que los bombarderos británicos destruyeran el castillo el 14 de marzo de 1945.
*Hay versiones que afirman que el castillo fue destruido por los propios alemanes, quienes prefirieron volarlo con explosivos antes de que cayese en manos del enemigo.
Un par de años después, la reconstrucción del castillo parecía una causa perdida. Sin embargo, los esfuerzos de una nueva fundación creada en Doornenburg con el fin de revivir el castillo, consiguieron que el edificio se reconstruyese en su estilo medieval tardío.
En 1947 comenzó una larga restauración, la cual permitió que, tras 21 años de trabajos, en 1968 el castillo de Doornenburg volviese a estar en pie.
El castillo fue utilizado en 1969 para la grabación de distintas escenas de la serie holandesa Floris.
El castillo a día de hoy
El castillo de Doornenburg es, sin duda, una visita que merece la pena. Hay que tener en cuenta que la estructura actual es predominantemente el resultado de la reconstrucción del siglo XX después de la Segunda Guerra Mundial.
El patio amurallado es único en los Países Bajos. El patio de armas es de libre acceso, mientras que el interior del edifico se puede ver mediante una visita guiada.
En las proximidades del castillo hay un fuerte del siglo XIX conocido como Pannerden que también se aconseja visitar.
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