Castillo de Zafra en Guadalajara, España

Como un lugar sacado de los mundos fantásticos de J.R.R. Tolkien, el Castillo de Zafra, en Campillo de Dueñas (Guadalajara, España), se asienta sobre un majestuoso promontorio en un entorno que bien podría estar poblado de gigantescos y temibles dragones.

Construido en torno a los siglos XII y XIII, el deslumbrante castillo ha sido lugar de encuentro para la nobleza española durante cientos de años. Sus altas se asientan sobre una enorme roca ubicada en lo que una vez fue la frontera entre los territorios cristianos y musulmanes. La superficie plana sobre la roca está coronada con una alta pared defensiva que hace que acceder al castillo sea incómodo incluso para aquellos que residieron allí.

En el siglo XV, el castillo había sido asediado por un rey castellano que se encontraba luchando con el entonces propietario del castillo. Pero, como era de esperar, la imponente defensa jugó un papel fundamental.

El castillo ha sido propiedad de una larga lista de nobles, algunos de los cuales repararon y ampliaron sus edificios y terrenos. Incluso hay rumores de que existen habitaciones secretas que fueron talladas en la roca por debajo de las estructuras. Y, aunque estas supuestas salas nunca se han encontrado, el castillo de Zafra reúne todas las características mágicas como para que realmente sí que existan.

En la época moderna, las torres y los edificios quedaron gravemente dañados y muchos se estaban desmoronando. Pero gracias a los esfuerzos de restauración por parte del dueño del castillo en el siglo XX, Don Antonio Sanz Polo, el castillo tomó un aspecto de fantasía aún mayor. Hoy en día, el castillo de Zafra es de propiedad privada y cualquiera que desee recorrer sus terrenos debe obtener un permiso previo. Se dice que la única manera de entrar al castillo es mediante una angosta escalera.

Como dato curioso, se puede mencionar que el castillo de Zafra fue la "Torre de la Alegría" en la sexta temporada de Juegos de Tronos.