Ciudadela de Budapest, en Hungría
Desde los austriacos hasta los nazis y los soviéticos, esta histórica fortaleza de Budapest tiene una historia tan compleja como la ciudad misma.
Levantada en el año 1851 por los Habsburgo como parte de su estrategia para tomar Hungría y formar el imperio Austro-Húngaro, la ciudadela de Budapest (Citadella) sigue siendo un símbolo de opresión y libertad.
Como un gigantesco fuerte de 220 metros de largo, 60 metros de ancho y 4 metros de alto, la ciudadela de Budapest fue ocupada por los austriacos hasta 1897. Dos años más tarde, los lugareños, que se oponían a este símbolo de opresión extranjera, comenzaron la demolición de sus paredes.
Sin embargo, a día de hoy la mayor parte de la estructura de la ciudadela sigue en pie.
Tras el abandono de los austriacos y la posterior demolición parcial, la ciudadela fue utilizada por nazis y comunistas como una posición de vigilancia, aprovechando su sorprendente vista de la ciudad.
Los nazis usaron la Citadella principalmente como una posición antiaérea y búnker. En la actualidad es posible ver cómo fue la estructura en aquellos días gracias a las armas antiguas que se exponen cerca de las paredes exteriores, así como a los dioramas con figuras de cera que representan la vida de los soldados nazis en el complejo.
Una vez que el Ejército Rojo avanzó hacia la ciudad y recuperó el territorio, los comunistas también usaron la ciudadela. Después del levantamiento húngaro en 1956, las armas del fuerte dejaron de apuntar al cielo para hacerlo hacia la población civil que se encontraba por debajo.
Los comunistas también aprovecharon la posición elevada de la estructura y decidieron erigir un monumento que recordaría a los lugareños el sacrificio realizado por los libertadores orientales que liberaron a la ciudad de los invasores alemanes.
El monumento se planeó originalmente para honrar a István Horthy, hijo de un padre fundador del moderno estado húngaro, pero el comandante soviético designado por Stalin para supervisar el establecimiento del régimen, Marshall Kliment Voroshilov, decidió honrar al ejército soviético en su lugar.
Una vez que el monumento estuvo terminado, se exhibieron cuatro estatuas: una mujer con una antorcha, que representa el progreso; un hombre luchando contra un dragón de cinco cabezas, que simboliza la lucha contra las fuerzas del mal (probablemente las potencias del Eje); un soldado del Ejército Rojo, que representa a los libertadores; y encima del monumento, una estatua de 14 metros de una mujer sosteniendo una hoja de palma con ambas manos hacia el cielo, representando la libertad.
Estatua de la Libertad de Budapest.
Una vez que la influencia comunista desapareció después de la caída de la Unión Soviética en 1991, la estatua del soldado del Ejército Rojo fue retirada y llevada al "Parque de la Estatua", junto con las obras de arte restantes en honor a los invasores de una ocupación que duró cuatro décadas.
Ciudadela de Budapest bajo la nieve.
Hoy en día, la ciudadela de Budapest sigue siendo un destino turístico popular. Es un sitio fascinante en el que uno puede avistar la mayoría de maravillas de una ciudad conocida como la París de Europa Central, así como explorar su problemática historia.
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