Cristo de La Habana en Cuba

En la década de 1950, Cuba estaba gobernada por una dictadura bajo el control de los Estados Unidos, con Fulgencio Batista como presidente. Fidel Castro y el Che Guevara tomaron lentamente el mando del poder de derrocamiento de toda la isla para instaurar una república comunista. Fue una época de gran turbulencia e incertidumbre para el pueblo cubano.

En medio de este caos, Batista encargó una estatua colosal que representara a un Cristo Bendito (similar al famoso de Río de Janeiro). Fue un último esfuerzo para obtener el apoyo popular, y habría estado listo justo a tiempo para las celebraciones navideñas.

El Cristo de La Habana

La estatua es una pieza simple pero impresionante hecha por Jilma Madera, una conocida escultora cubana. Las piezas de la escultura, un total de 67, fueron hechas en Roma, Italia. Tallada en mármol de Carrara, la estatua del Cristo de la Habana fue bendecida por el Papa Pío XII antes de partir hacia Cuba.

Cristo

Lamentablemente, la mala suerte pareció perseguir al monumento. Dos semanas después de su inauguración, Fidel Castro y sus militantes conquistaron La Habana y tomaron el mando de la isla. Con la religión ilegalizada y ubicándose dentro de una zona militar bajo estricto control, el Cristo permaneció olvidado durante más de 30 años bajo una vegetación creciente, hasta que el gobierno reabrió el sitio en los años 90.

Estatua de Cristo

A lo largo de los años (1961, 1962 y 1986), la estatua fue alcanzada hasta en tres ocasiones por los rayos.

Cristo en la Bahía de la Habana

En la actualidad, la estatua de 20 metros de altura (y 3 metros adicionales de base) se puede encontrar en un hermoso parque en el barrio de Casa Blanca, frente al puerto de La Habana. Desde sus inmediaciones se tiene una vista increíble de la ciudad y el puerto.






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