De compra sobre puentes famosos

En los viejos tiempos, una de las maneras más fáciles de recaudar dinero para el mantenimiento de un puente era alquilar el espacio a los comerciantes y tenderos. En la actualidad, son varios los puentes que permanecen repletos de tiendas variadas. A continuación, le mostramos los cuatro más famosos en el mundo.

Ponte Vecchio, Florencia


El Ponte Vecchio, o "puente viejo", sobre el río Arno, en Florencia, Italia, es uno de los puentes medievales más emblemáticos. El puente ha sido el hogar de tiendas desde el siglo XIII. Los comerciantes vendían sus mercancías sobre el puente tras de recibir la aprobación de las autoridades apropiadas. Cuando un comerciante no podía pagar sus deudas, la mesa sobre la que ponía sus mercancías para venderlas (el "banco"), era rota físicamente (el rotto) por los soldados, cerrando inmediatamente su negocio. Esta práctica se llama "bancorotto" y se cree que el concepto económico de la quiebra se originó aquí.

Las tiendas pertenecían a la comuna y se alquilan, originalmente, para carnicerías, pescaderías, y curtidores. Pero estos comerciantes producían tanta basura y hedor, que el Duque Ferdinando de Medici los echó y los reemplazó por orfebres. El problema era que el Corredor de Vasari, que une Florencia con el palacio de la familia gobernante, pasaba sobre el Ponte Vecchio, y tenían que soportar el mal olor. Así que el duque decidió que los nuevos ocupantes del puente debían ser orfebres.

En la actualidad, los joyeros ocupan la mayoría de las tiendas de Ponte Vecchio. De hecho, algunos de los mejores joyeros de Florencia venden sus creaciones en este puente medieval. También hay algunos estudios de arte y tiendas de recuerdos.

Krämerbrücke, Erfurt


El Krämerbrücke, o "Puente del comerciante", en la ciudad alemana de Erfurt, se extiende por Breitstrom, una rama del río Gera. El puente está flanqueado a ambos lados por casas de entramado de madera muy juntas, y un estrecho callejón que corre a lo largo de ellas. Las casas están ocupadas por tiendas que venden todo tipo de artesanías tradicionales y tejidos, cerámicas pintadas a mano, artículos de vidrio, joyas, tallas de madera y antigüedades. También hay cafeterías y restaurantes que ofrecen deliciosas especialidades de Turingia.

El Krämerbrücke fue construido de madera en 1117 como parte de la ruta comercial Via Regia, pero después de repetidos incendios, el ayuntamiento decidió reconstruir el puente con piedra. El puente de piedra se completó en 1325. Fue provisto de casas de madera y dos iglesias de piedra en cada extremo. La ciudad sufrió otro incendio devastador en 1472 que destruyó casi la mitad de la ciudad junto con casi todas las casas del puente. El puente fue reconstruido una vez más, y esta vez a cómo lo vemos en la actualidad, con 62 edificios, aunque remodelaciones posteriores han dejado solo 32 en pie.

Puente Rialto, Venecia


El puente Rialto o "Ponte di Rialto" en italiano, es el más antiguo de los cuatro puentes que cruzan el Gran Canal de Venecia. El puente fue hecho originalmente de madera y fue construido en 1255, en sustitución de un puente de barcas anterior que daba a las personas acceso al mercado de Rialto en la orilla oriental. El puente tenía dos rampas inclinadas que podrían ser levantadas para permitir el paso de buques de altura. Se añadieron las tiendas durante la primera mitad del siglo XV para generar ingresos para el Tesoro Público.

Debido a que el puente de madera era difícil de mantener (el puente ya se había derrumbado dos veces y una vez quemado durante una revuelta), se propuso un puente de piedra. Diferentes arquitectos famosos ofrecieron sus ideas, pero todos coincidían en un enfoque clásico con varios arcos. Finalmente, se eligió un diseño de rampas inclinadas con un gran arco. El puente de piedra actual fue construido en 1591. Tiene dos rampas inclinadas que conducen a un pórtico central. A cada lado del pórtico, las rampas, cubiertas, cuentan con variedad de tiendas.

Puente Pulteney, Bath


El puente de Pulteney, a través del río Avon, en Bath, Inglaterra, fue diseñado por el arquitecto Robert Adam, que se inspiró en el Ponte Vecchio y Puente Rialto. El puente Pulteney fue encargado por William Johnstone, un abogado escocés rico y miembro del Parlamento, que había heredado una fortuna. El abogado se casó con Frances Pulteney, y ambos adquirieron una finca al otro lado del río desde la ciudad, a la que solo se podía llegar a ella por ferry. William quería tener un puente para que pudiera transformar su enorme propiedad de 600 hectáreas en una nueva "ciudad", y poder acceder a ella sin necesidad de embarcación.

El puente fue terminado en 1774, pero se hicieron varias modificaciones a lo largo de los últimos tres siglos, por lo que el puente actual entraña escaso parecido con la estructura original según lo previsto por Robert Adam. Entre sus tiendas, destacan las joyerías, tiendas de regalos, y tiendas de ropa.

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