Escondida en el desierto de Chihuahua se encuentra una asombrosa colección de petroglifos.
En el suroeste de Estados Unidos, en Nuevo México, el bosque nacional Gila alberga vistas increíbles del desierto árido, de su vida silvestre y una oportunidad única de ver arte rupestre antiguo.
El sendero «Dragonfly Trail«, que se encuentra en el propio bosque, también es famoso por sus impresionantes paisajes. Sin embargo, el área es quizás más conocida por los petroglifos grabados en las rocas, aproximadamente a dos millas (3,2 kilómetros) del comienzo del sendero.
Petroglifo Dragonfly (Libélula).
Los petroglifos ubicados en esta área se atribuyen en gran parte al pueblo Mimbres. Se estima que el principal petroglifo, llamado «Dragonfly» (y del que toma el nombre el sendero), tiene alrededor de 1.000 años de antigüedad. El petroglifo representa una característica única del arte de Mimbres, incorporando bucles y arcos como en muchas de las representaciones de animales.
Afortunadamente, el sitio está bien conservado y protegido por sociedades arqueológicas locales y no ha sufrido daños destacables durante su historia.
El sendero de «Dragonfly Trail» tiene una longitud aproximada de unos 5 kilómetros. Para realizar el recorrido se recomienda llevar mucha agua y ropa protectora para el viaje. El clima es frío por las mañanas y extremadamente caluroso durante el día.
En el comienzo del sendero hay un amplio estacionamiento y comodidades accesibles para excursionistas, bicicletas y jinetes ecuestres.
Dragonfly Trail se ubica a tres millas (4,8 kilómetros) al este de Silver City, en el lado norte de la US Highway 180, en Nuevo México (Estados Unidos), dentro del bosque nacional Gila.