Wolji, también referido como Anapji, es un estanque artificial originalmente creado como parte del palacio Banwolseong, construido por orden del rey Munmu en 674. Se encuentra en el Parque nacional Gyeongju de Corea del Sur.
El estanque mide 200 metros de este a oeste y 180 metros de norte a sur. Cuando se ve desde arriba, tiene una forma inusual que algunos dicen que representa el contorno del país en el momento de la construcción, actuando como una especie de mapa acuático de Corea.
El estanque contiene tres islas y, en el área circundante, se pueden observar hasta 12 pequeñas colinas artificiales.
Vista aérea del estanque.
Este estanque fue conocido como Anapji durante las épocas de Goryeo y Joseon. Sin embargo, en la década de 1980 se encontró un fragmento de cerámica con la palabra «wolji» tallada en él, que se traduce como «estanque que refleja la luna». Desde entonces se decidió que Wolji debía ser el verdadero nombre del estanque.
Wolji constituyó parte del palacio secundario utilizado por el príncipe heredero del Reino de Silla. Hasta este lugar se trajeron animales raros para crear un jardín exótico digno de la realeza. También sirvió como sitio de banquetes para importantes eventos nacionales. Existe una mención acerca de una recepción real celebrada por el rey Gyeongsun, en 931, momento en el que el Reino de Silla comenzaba a desmoronarse. Después de la caída de Silla, el estanque cayó en mal estado durante varios siglos.
En 1974, como parte del proyecto de renovación de sitios históricos alrededor de la ciudad, Wolji fue dragado y reconstruido. Durante la excavación, se encontraron casi 33.000 artefactos dentro y alrededor del estanque. La abundancia de descubrimientos incluyó tejas, materiales arquitectónicos, cerámica, figuras de Buda de bronce dorado, joyas y pequeños artículos de uso diario.
Estos objetos ahora ofrecen una visión del arte budista y la vida cotidiana durante la era de Silla, y se pueden ver en una exposición especial en el cercano Museo Nacional de Gyeongju.
Una investigación reveló que el estanque había estado rodeado por muros de piedra y que cinco edificios se levantaron en los lados oeste y sur. Algunos de estos edificios ahora se recrean en el borde del estanque, incluido uno que alberga un diorama que muestra cómo se habría visto el área durante su apogeo. También se descubrieron sistemas de vías navegables.
El gobierno de la ciudad intentó emprender más trabajos de restauración en 2018, pero fue suspendido porque la UNESCO se opuso al proyecto.
Ver el estanque por la noche es impresionante, cuando se encuentra iluminado junto a los pabellones circundantes, creando una vista totalmente asombrosa y un ambiente perfecto para pasear.