Estatua de la Libertad de Burdeos, en Francia

La réplica de la Estatua de la Libertad de Burdeos fue derretida por los nazis, desfigurada por vándalos y objeto de múltiples protestas.

La versión más grande y famosa de la Estatua de la Libertad, en la ciudad de Nueva York, fue diseñada por el escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi y, posteriormente, entregada a los Estados Unidos por Francia en 1886 como un memorial de su independencia.

Más tarde, en 1888, a Bartholdi se le encargó que construyera una fuente gigante en Place Picard, en Burdeos, y la completó con su ya famosa Estatua de la Libertad.

La ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial trajo a Place Picard sus primeros males en torno a la estatua, cuando se retiró y se fundió para su reutilización, como parte de la recuperación de metales no ferrosos.

Sin embargo, hay una leyenda de que algunos ingeniosos trabajadores ferroviarios franceses lograron recuperar y salvar la estatua. De hecho, la estatua se puede ver a día de hoy en Place Picard, en el distrito de Chartrons.

Décadas después de su desaparición a manos de los nazis, los habitantes de Burdeos erigieron una nueva Estatua de la Libertad en su lugar en el año 2000 y, tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, dedicaron la estatua a la memoria de las víctimas.

Como un fuerte símbolo de América y su cultura, la estatua ha sido víctima de los manifestantes antiamericanos, quienes en 2003 la golpearon y arrojaron pintura en su cabeza.

Estatua de la Libertad de Burdeos desfigurada.

Años después, la estatua fue objeto de más ira, cuando fue desfigurada por un artista local conocido como "Sebastien".

En 2012, la Estatua de la Libertad de Burdeos fue retirada durante las renovaciones de la plaza y colocada en su sitio inmediatamente después. Hasta ahora, la estatua ha permanecido intacta y sin daños... pero con su mala suerte, su futuro es incierto.