8 excursiones de un día desde Praga

Praga es una de las ciudades más hermosas y románticas de Europa, con una arquitectura única y gran cantidad de lugares de interés. Habiendo evitado la "limpieza arquitectónica" de la Guerra Fría, el casco antiguo medieval se mantiene prácticamente como hace mil años, con calles empedradas y amplias plazas.

Y por supuesto que se pueden pasar unas extraordinarias vacaciones enteras explorando las maravillas arquitectónicas, musicales y culinarias de Praga, pero las excursiones de un día desde la ciudad también pueden traer muchos momentos fantásticos.

Desde fabulosos castillos y antiguas cervecerías hasta los monumentos más destacados de la República Checa, los viajes de un día desde Praga representan una excelente oportunidad para experimentar la extraordinaria riqueza cultural del país.

1.- Castillo de Krivoklát


Hrad (Castle) Křivoklát, Czech

Para los amantes de los castillos, es difícil ofrecer algo más interesante que una excursión de un día al castillo de Krivoklát en el valle de Berounka. Encaramado en una colina boscosa, el castillo fue construido como residencia real en el siglo XIII. Su ubicación aislada ayudó a preservar los interiores góticos, que están llenos de pinturas, obras de arte y más de 50.000 volúmenes de libros. Durante la Edad Media, el castillo fue utilizado como prisión para los presos políticos. En la fortaleza todavía hay recordatorios de este período oscuro de la historia, incluidas tallas en la Capilla Real. Representan ángeles sometidos a sofisticadas torturas.

2.- Fábrica Pilsner Urquell


Pilsner Urquelly

La fábrica de cerveza Pilsner Urquell se encuentra a 60 kilómetros al suroeste de Praga, en Pilsen. Fue aquí donde se produjo por primera vez la brillante lager, conocida como Pilsener. El museo de la fábrica da buena muestra de cómo los checos están enamorados de esta espumosa bebida. En 1838, los habitantes de Pilsen estaban tan descontentos con la calidad de la cerveza en la ciudad que vertieron cientos de litros de bebida frente al ayuntamiento en protesta. Los cerveceros se unieron y decidieron corregir la situación creando la cerveza Pilsener. A día de hoy sigue siendo la cerveza más consumida de la República Checa. El tour de la fábrica incluye degustación de cerveza, una visita al museo y una tienda de recuerdos, así como una demostración de equipo de elaboración de cerveza.

3.- Campo de concentración de Terezín


Terezin Small Fortress, Concentration Camp

El campo de concentración de Terezín se encuentra a una hora de Praga. Este es uno de los recordatorios más aterradores de la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial. A diferencia de otros campos diseñados para el trabajo esclavo y la destrucción de personas, este antiguo campo militar del siglo XVIII se convirtió en parte de una elaborada estafa. Terezín fue utilizado para engañar al mundo exterior, creando la ilusión de una actitud humana hacia los judíos encarcelados. Hasta 1944, los nazis anunciaban Terezín como un asentamiento judío ejemplar. Sin embargo, 38.000 personas perdieron sus vidas aquí por enfermedad y hambre.

Terezin Ghetto.

La Gran Fortaleza de Terezín es un gueto en sí mismo, mientras que la Pequeña Fortaleza a través del río Ohre se usó para la tortura y los interrogatorios. Los visitantes son libres de caminar por el complejo.

4.- Castillo Konopiště


Castillo Konopiste

Al sur de Praga se encuentra el castillo Konopiště del siglo XVII, convertido por el archiduque Francisco Fernando de Austria en su pabellón de caza personal en 1887. Los herederos del trono de los Habsburgo utilizaron el castillo hasta 1914. Los trofeos de caza llenan todo el castillo e incluyen jabalíes, rapaces y cientos de cornamentas. El castillo también contiene una hermosa colección de porcelana de Meissen. Dos osos viven en el foso que rodea el castillo, mientras que pavos reales y otras aves de corral deambulan libremente en los jardines bien cuidados del complejo. Este es uno de los castillos más famosos de la República Checa.

5.- Karlovy Vary


Karlovy Vary, Western Bohemia, Czech Republic

Karlovy Vary lleva el nombre de Carlos IV, rey de Bohemia y del Sacro Emperador Romano, quien fundó la ciudad en 1370. La ciudad es conocida por sus aguas termales curativas y su pintoresca arquitectura. Una serie de desastres naturales destruyeron la mayoría de los edificios en el apogeo de Karlovy Vary en los siglos XVIII y XIX, sin embargo la ciudad todavía es bastante grande y pintoresca. El agua en Karlovy Vary se considera curativa y, según se dice, ayuda al tratamiento de cientos de enfermedades.

6.- Castillo de Karlštejn


Burg Karlštejn

La antigua residencia de verano de Carlos IV, el castillo Karlštejn, se puede visitar durante un viaje de un día desde Praga. Esto convierte a la fortaleza en una atracción conveniente y popular tanto para turistas como para lugareños. Una caminata a la cima del castillo ofrece una magnífica vista de sus numerosas torres, así como de la hermosa población que se encuentra justo debajo, Karlštejn. En el interior del castillo se encuentra la principal atracción: la Capilla de la Santa Cruz, donde se colocaron las joyas del rey.

Karlštejn Castle (2018)

Aunque el castillo fue completamente restaurado a su estado medieval original, la mayoría de las habitaciones están cerradas al público en general. Sin embargo, el castillo Karlštejn merece una visita gracias a su historia y la belleza que le rodea.

7.- Kutná Hora


Kutná Hora

La ciudad medieval de Kutná Hora, a 80 kilómetros al este de Praga, es el lugar del famoso Osario de Sedlec. El osario se encuentra ubicado por debajo de la iglesia del Cementerio de Todos los Santos, cuyo interior está decorado con huesos humanos de aproximadamente 70.000 personas que perdieron sus vidas por epidemias y guerras. En Kutná Hora también destaca la Iglesia de Santa Bárbara, que data del siglo XIV. Otros lugares de interés en esta antigua ciudad minera (la plata ha sido minada durante mucho tiempo aquí) incluyen el Patio Italiano, donde una vez se acuñaron monedas.

8.- Český Krumlov


Český Krumlov

170 kilómetros al sur de Praga se encuentra la ciudad medieval de Český Krumlov. Su ubicación a orillas del río Moldava la convirtieron en un importante centro comercial desde el siglo XIV hasta el siglo XVII. La mayor parte de la arquitectura original de la ciudad se ha conservado intacta y su castillo merece una atención especial. El castillo de Český Krumlov se encuentra en una colina dominando la ciudad y, además de sus elegantes interiores, cuenta con un gran jardín de estilo rococó y unos habitantes inesperados en su foso: osos.






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