Fuertes vitrificados de Escocia, ¿cómo lo hicieron?

A lo largo de la Edad del Bronce y del Hierro, los europeos han construido fuertes y castillos en las cimas de la colinas y recintos de piedra. Alrededor de 200 ejemplos de estas fortalezas muestran signos de daños por calor intenso. Los muros de piedra han estado expuestos a temperaturas tan altas y constantes que las rocas se derritieron parcialmente y se fusionaron entre sí.

Son conocidos como fuertes vitrificados y, durante los últimos 250 años, han sido una fuente de misterio para los arqueólogos.


Impresión artística del fuerte vitrificado Dun Deardail en Glen Nevis, Escocia.

Al principio, se pensaba que la vitrificación eran cicatrices de batallas pasadas, excepto por el curioso hecho por el cual la vitrificación era lo único que mantenía unidos los muros de piedra. Ninguno de estos fuertes vitrificados contenía material cementante como mortero o cal.

Las evidencias sugieren que las rocas se apilaron en seco y luego se prendió fuego deliberadamente para fusionarlas en un bloque sólido, un método extraordinario de construcción.

Actualmente existen dos escuelas de pensamiento. Una cree que la vitrificación de los muros de piedra fue la consecuencia involuntaria de otras operaciones, como la forja de metal. La otra ve estos fuertes como resultado de extraordinarios esfuerzos constructivos...


Roca vitrificada en el fuerte de Dunagoil, Escocia.

En un experimento pionero realizado por Wallace Thorneycroft y Vere Gordon Childe en la década de 1930, se construyó un muro de dos metros de alto y dos metros de ancho con losas de piedra y se entrelazó con madera horizontal para posteriormente prenderle fuego. El fuego ardió durante tres horas, después de lo cual el muro se derrumbó. Thorneycroft y Childe encontraron los escombros vitrificados con trozos de madera incrustados. Estimaban aquel fuego alcanzó unos 1200°C .

Otro estudio realizado por Youngblood y publicado en el periódico Journal of Archaeological Science en 1978, descubrió que simplemente quemar una pared con listones de madera no podía explicar la fuerte vitrificación encontrada, y que los incendios probablemente deberían estar activos durante días con altas temperaturas sostenidas de más de 1000°C. Esto solo sería posible cuando los incendios están contenidos, como al llenar el espacio entre las rocas en el marco de madera con tierra, arcilla y materiales combustibles como la turba. Parece poco probable que las paredes fueran quemadas accidentalmente o incendiadas por los enemigos, lo que significa que el acto fue deliberado. Esto deja la pregunta... ¿por qué se hizo así?

Una posible explicación era fortalecer la piedra. Muchos investigadores descartaron esta teoría porque el calentamiento de las rocas generalmente las debilita, creando microgrietas causadas por la expansión diferencial de las rocas. Sin embargo, un nuevo estudio sugirió que esto no es cierto para la arenisca, un material comúnmente utilizado para construir fortalezas. La piedra arenisca aumenta su resistencia cuando se somete al calor al hacer que las pequeñas partículas dentro de la roca se fusionen en una densa masa de vidrio. Si esto es cierto, estos fuertes vitrificados fueron construcciones verdaderamente ingeniosas.


Rocas vitrificada del fuerte de Sainte-Suzanne, en Francia.

Originalmente se creía que los fuertes vitrificados existían solo en Escocia, pero desde entonces se han identificado en varias otras partes del oeste y el norte de Europa. Existen más de 200 ejemplos de fuertes vitrificados en Europa, de los cuales 70 se encuentran solo en Escocia.






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