La leyenda de Hatto II y la Torre del Ratón en el Rín

En una pequeña isla en medio del río Rin, a las afueras de la ciudad de Bingen, en Alemania, se encuentra una torre de piedra del siglo X con una leyenda macabra asociada a ella. La torre es conocida como Torre del Ratón.

La historia cuenta que en el año 970 hubo una hambruna terrible en Alemania, tan grave que las personas devoraron gatos y perros solo para sobrevivir. En aquel momento, el arzobispo de Maguncia era un cruel y malvado gobernante llamado Hatto II, un avaro despreciable, cuya idea dominante en la vida era aumentar sus tesoros por medios injustos y poco éticos.

Mouse Tower
Torre del Ratón en medio del río Rin y ruinas del castillo de Ehrenfels a la derecha.

Hatto II tenía un granero lleno de comida, pero no escatimó ni un solo grano para los hambrientos pobres, sino que trató de venderlos a precios tan inflados que la mayoría no podía permitirse. Los campesinos se enfadaron y planearon una rebelión, por lo que Hatto II ideó un truco cruel.

Prometió alimentar a las personas hambrientas y les dijo que se reunieran en un granero vacío y esperaran a que él llegara con comida. A los campesinos les envadió la alegría y acudieron al granero para esperar su llegada. Una vez que el granero estaba lleno, Hatto II ordenó que las puertas del granero se cerraran para luego prenderle fuego.


Río Rín a su paso por Bingen y Torre del Ratón.

Se dice que, cuando Hatto II regresó a su castillo, fue asediado inmediatamente por un ejército de ratones. Para escapar de los roedores, el obispo huyó de su castillo y buscó refugio en la torre que se encuentra en la isla en medio del Rin, con la esperanza de que los ratones no pudieran nadar.

Sin embargo, los ratones le siguieron, vertiéndose en el río por miles, y mientras muchos se ahogaban, otros tantos llegaron a la isla. El nutrido grupo de ratones devoró las puertas de la torre y se arrastró hasta el piso superior, donde encontraron a Hatto II y le comieron vivo.

Desde entonces, la torre ha sido conocida como la "Torre del ratón" o "Mäuseturm".


Ilustración de Hatto II rodeado de ratones.

La verdad es que la apócrifa historia que difama al obispo no tiene evidencia histórica. El obispo Hatto II no era de ninguna manera un gobernante de corazón duro ni malvado. Mientras estuvo en el cargo, construyó la iglesia de San Jorge en la isla de Reichenau, donó parte de su fortuna a las abadías de Fulda y Reichenau, y fue patrón del cronista Regino de Prüm.

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Torre del Ratón a la izquierda y restos del castillo de Ehrenfels a la derecha.

Por el contrario, Hatto I fue un monje benedictino de una familia noble en Suabia, quien sí fue despiadado en sus ambiciones políticas, utilizando su influencia sobre el rey franco oriental para promover su posición. Cuando Hatto I murió en el año 913, muchas historias improbables intentaron imponer su muerte al castigo por sus actos malvados, como ser asesinado por un rayo o ser arrojado al cráter del Monte Etna por el diablo.

La historia más extraña acerca de Hatto I cuenta que un ejército de ratones le comió vivo debido a su trato cruel con los pobres durante una hambruna, lo que es la misma historia que se contó más tarde sobre Hatto II, probablemente porque tenían el mismo nombre.






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