La iglesia de la ciudad fantasma de Centralia, en Pensilvania

Desde 1962, un incendio en una mina ha estado destruyendo constantemente una ciudad ahora desierta. Sin embargo, entre tantas ruinas, una iglesia permanece en pie, intacta.

Hace más de 50 años, comenzó un gran incendio en una mina por debajo de la pequeña ciudad de Centralia, en Pensilvania, Estados Unidos. Algunos dicen que fue causado por una gran cantidad de basura que se quemó en el interior, pero realmente nadie lo sabe con certeza.

Edificio abandonado en Centralia.

Se hicieron varios intentos para tratar de apagar el fuego, con una inversión aproximada de 7 millones de dólares, pero los esfuerzos finalmente se suspendieron. En la década de 1980, el incendio subterráneo se había extendido incontrolablemente y los gases peligrosos comenzaron a filtrarse en los hogares de la ciudad.

Carretera descuidada y humeante de acceso a Centralia.

En ese momento, había alrededor de 1000 residentes que vivían en unas 400-500 casas en Centralia. Ante el caos que se venía encima, el gobierno decidió que sería más conveniente desplazar a los residentes de la ciudad antes que seguir gastando dinero en apagar el fuego.

A día de hoy, solo quedan unos seis fanáticos viviendo en esta ciudad montañosa de carbón. Las calles están vacías y desnudas. Muy pocas casas quedan en pie y, el fuego subterráneo, sigue ardiendo. Casi no queda nada en Centralia, excepto una iglesia blanca con una cúpula azul que se eleva entre los árboles.

Cuando comenzó el incendio, había cinco iglesias en la ciudad. Una por una fueron desaparecieron... menos una. En 1986, en el punto álgido de la crisis, el arzobispo Stephen Sulyk descubrió que la Iglesia Católica Ucraniana de la Santísima Virgen María de Centralia estaba sobre una base de roca sólida que había repelido cualquier daño del fuego. Esta iglesia ucrania de Centralia fue, por lo tanto, el único edificio que se salvó sin daños del devastador incendio.

En 2015, el líder de la Iglesia Católica ucraniana, el arzobispo mayor Sviatoslav Shevchuk, encabezó una peregrinación a la curiosa iglesia de Pensilvania mientras estaba de gira por los Estados Unidos. Posteriormente le siguieron más peregrinaciones.

Ahora, la estructura rescatada es la única iglesia que queda en Centralia y es uno de los escasos edificios que se pueden ver. Los antiguos residentes regresan a Centralia para asistir a los servicios en la iglesia, donde el pastor Michael Hustko ofrece rosquillas y café a los feligreses.

Mientras tanto, aunque el gobierno afirma que el fuego podría arder durante 100 años más, algunos lugareños no creen que represente una amenaza en absoluto. La Iglesia Católica Ucraniana de la Santísima Virgen María continúa en pie sobre su sólida base de roca como un símbolo de resiliencia y firmeza. El padre Hustko piensa que la estructura sobrevivirá sin daños.