Iglesia franciscana de Eger, en Hungría
En 1596, Eger quedó bajo el dominio de los otomanos y gran parte de la población local huyó de la ciudad. Los franciscanos fueron la única comunidad religiosa que permaneció en Eger durante la ocupación turca.
En consecuencia, su iglesia es referida aún como iglesia de los "amigos". Después de que los turcos se marcharan de Eger casi cien años después, la orden recibió una donación de un terreno (junto con la mezquita que se alzaba sobre él), en el que podrían construir una iglesia a su gusto.
Debido al hecho de que todo Eger estaba siendo reconstruido en aquel momento, el trabajo en la iglesia no pudo comenzar hasta la Guerra de independencia de Rákóczi. El príncipe rebelde, de una forma u otra, obsequió a los franciscanos en 1706 con una campana, que aún se encuentra en el campanario de la iglesia.
Es cierto que la campana permaneció sin uso durante varias décadas, hasta que la iglesia fue completada en 1755. Para la construcción del edificio se utilizó principalmente piedra de la antigua mezquita cedida por los otomanos, la cual fue demolida para dar paso a la nueva iglesia.
El aspecto actual del templo, de dedicación a la Inmaculada Concepción, es más que reconocible gracias al histórico color amarillo y sus dos torres cuadradas simétricas.
Incluso después de la finalización de la etapa principal de la construcción de la iglesia, la fachada continuó desarrollándose y no se hasta completó 1776. La entrada principal, por su parte, se culminó en 1793. En ella trabajó un cantero local, János Ádám, quien también talló la puerta de la Iglesia Ortodoxa de San Nicolás.
A diferencia de muchas otras iglesias católicas romanas, la iglesia franciscana de Eger no está dividida por denominaciones y, a menudo, no todos los creyentes se pueden situar dentro del mismo edificio. Existe una estructura vecina que da servicio como edificio auxiliar a la iglesia.
El interior de la iglesia franciscana, como muchas otras en la ciudad, es de estilo barroco tardío. El altar mayor es bastante espectacular y, excepcionalmente, está rematado por una pequeña cúpula apoyada sobre columnas corintias. Una pintura que representa a Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción está rodeada por dos estatuas de madera pulida que representan a San Ana y San Joaquín.
En el interior de la iglesia franciscana también destaca el púlpito, elegantemente decorado, en el que se pueden ver relieves que representan escenas de la vida de Cristo. En la parte superior se pueden contemplar figuras alegóricas de la Fe, la Esperanza y el Amor.
De particular interés son los "frescos" en el techo, debido al hecho de que estos no son exactamente frescos. De hecho, se trata de cuadros pintados sobre lienzo en 1920 y tendidos bajo el techo.
Información práctica
Dirección: Kossuth Lajos utca, 14, Eger, Hungría.
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