Ruinas de la iglesia de San Pablo en Macao, China

La ciudad de Macao, en el sur de China, podría ser mejor conocida por sus casinos y hoteles de lujo, pero su icono más preciado es en realidad una iglesia, o lo que queda de ella.

La Iglesia de San Pablo, también conocida como "Mater Dei", es una iglesia portuguesa del siglo XVII dedicada a San Pablo Apóstol. Fue construida entre 1602 y 16.40 por sacerdotes jesuitas que viajaron al Lejano Oriente para difundir el catolicismo. De hecho, los jesuitas ingresaron por primera vez a China a través de un asentamiento portugués en Macao, y la Iglesia de San Pablo fue su primera iglesia. Originalmente, el complejo de la iglesia también incluía lo que entonces era la primera universidad occidental en el este de Asia. La iglesia en sí fue una de las iglesias católicas más grandes de Asia cuando fue completada.

La mayor parte de la iglesia estaba construida de madera, pero tenía una magnífica fachada de bloques de granito. La fachada de granito es la única parte del edificio que sobrevivió a un devastador tifón y al posterior incendio que consumió el resto de la iglesia en 1835. Este fue el tercer incendio en la historia de la iglesia.

La iglesia original fue construida en el año 1580, pero se incendió dos veces, en 1595 y nuevamente en 1601, lo que llevó a los jesuitas a comenzar la reconstrucción. La pared frontal original de bloques de granito fue ampliada y tallada por cristianos japoneses entre los años 1620 y 1627. Después de que el tercer incendio destruyese la iglesia, no fue reconstruida, ya que, para entonces, ya había sido abandonada durante más de setenta años después de que los jesuitas fuesen expulsados ​​por las autoridades portuguesas. La fachada de la iglesia, sin embargo, se fortaleció.

La fachada superviviente que se puede ver a día de hoy se eleva cuatro niveles y está cubierta con esculturas y estatuas que ilustran los primeros días de la Iglesia Católica en Asia. Hay estatuas de la Virgen y de santos, símbolos del Jardín del Edén, la crucifixión, y tallas de ángeles, del diablo, un dragón chino, el crisantemo japonés, un velero portugués y advertencias piadosas escritas en caracteres chinos.

Los tres arcos visibles probablemente una vez sostuvieron altas puertas dobles, como lo sugiere una pintura de la iglesia de 1854 del artista germano-americano Wilhelm Heine. Además, la pintura muestra campanas montadas en los arcos este y oeste.

Una pintura de 1854 de la fachada de la iglesia de San Pablo, por Wilhelm Heine.

La estructura, peligrosamente inclinada, se reforzó aún más en la década de 1990 con contrafuertes hechos de hormigón y acero. Ahora, una escalera de acero permite a los turistas subir a la parte superior de la fachada para ver de cerca las tallas de piedra y disfrutar de una vista panorámica de la ciudad.

Detrás de la fachada hay una escalera y restos de pilares originales, además de un santuario.

Representación 3D de la iglesia completa.