Jigokudani Monkey Park se podría definir rápida y simplemente como un spa para monos en medio del Valle del Infierno, en Japón.
Llamado así debido a las misteriosas aguas termales burbujeantes, el paisaje áspero y el clima gélido nevado hace, Jigokudani se traduce como «Valle del Infierno».
Este valle, cuyo suelo está cubierto de nieve más de cuatro meses al año, está bordeado por escarpados acantilados que llegan a alcanzar hasta 750 metros de altura.
El parque Jigokudani Monkey Park es famoso por su población de macacos japoneses, también conocidos como monos de nieve, considerados como los primates con mejor calidad de vida en el mundo… y no es para menos.
En algún momento a principios de la década de 1960, estos inteligentes animales decidieron probar las aguas termales naturales, y desde el invierno de aquel año, han descendido constantemente del bosque para calentarse en su vaporoso descubrimiento. Algunas de las aguas termales incluso alcanzan temperaturas superiores a los 122 grados Fahrenheit (50 grados centígrados), por lo que es perfecto para que los monos se puedan calentar junto con los visitantes de la región.
Aunque no es técnicamente un sitio religioso, los monos de nieve son populares en las fábulas japonesas y se cree que son mensajeros de los dioses. Y aunque esta región es bastante remota, no hay duda de que ver monos en un retiro de spa es probablemente una experiencia surrealista y espiritual por sí misma.
Los monos son alimentados durante la mañana, luego se bañan en las aguas termales y más tarde, cuando cae la noche, se van a dormir. Si eres una de las personas que visitarán este spa para monos, es recomendable hacerlo a mediodía, para poder ver así a los primates dentro del frenesí alimenticio, así como durante el baño.