KFC de Minsk, donde chocan el comunismo y el capitalismo

Los restos de la historia soviética de Minsk se ciernen sobre este moderno establecimiento de comida rápida.

Es difícil pasar por alto el contraste cuando ves la cara sonriente del coronel Sanders invitándote a comer pollo frito debajo de un espectacular mural soviético. Y es que en una de las franquicias KFC en Minsk, Bielorrusia, el comunismo y el capitalismo chocan en un confuso contraste de esculturas heroicas y pollo frito crujiente.

Este restaurante es el más impresionantes de los puntos de venta de KFC de Minsk, solo una de las muchas cadenas de comida rápida que se introdujo en el mercado bielorruso a medida que el país comenzó a salir del aislamiento en los últimos años. KFC estableció su primer negocio en Bielorrusia en 2015, mientras que la escultura soviética que se encuentra sobre el restaurante de pollo frito fue tallada en la década de 1960.

La escultura, diseñada al estilo del realismo socialista que era popular en toda la Unión Soviética en aquel momento, es conocida como "Solidaridad" y fue creada por el escultor Anatol Yafimovich Arcimovich.

El KFC fue diseñado al estilo de innumerables otros KFC que se pueden encontrar en todo el mundo, desde Estados Unidos hasta China, con los distintivos colores rojos de la marca del Coronel.

Tal vez así es como la Guerra Fría debía haber terminado, con los habitantes del mundo unidos para cenar en cubos de pollo en oferta del Kentucky Fried Chicken.

Sin embargo, la realidad es menos idealista, aunque este KFC de estilo soviético en Minsk sigue siendo definitivamente una medida de cambio en la capital bielorrusa.

Minsk sufrió daños inmensurables durante los feroces combates de la Segunda Guerra Mundial, pero una vez que el ejército alemán fue derrotado, Minsk fue honrada como "Ciudad Héroe" y fue reconstruida y rediseñada en una ciudad modelo soviética, por orden expresa de Stalin.

Los amplios bulevares y los elaborados murales y esculturas son una reliquia duradera de la era socialista, mientras que las cadenas de comida rápida y las marcas occidentales marcan el punto de inflexión hacia el capitalismo.

Si te gusta el pollo frito del Coronel o no, no hay duda de que este restaurante es uno de los KFC más llamativos del mundo. De hecho, es probablemente el KFC más soviético del mundo.

Este KFC se encuentra en la esquina de Prospekte Pobeditelei, frente a la estación de metro Niamiha y justo bajando la calle desde el Palacio de los Deportes.