Originalmente construido en 1603, Nihonbashi fue un puente de madera que se convirtió en el punto más concurrido de la ciudad de Edo, la moderna Tokio. En los 300 años posteriores a su construcción original, el puente se quemó y se reconstruyó hasta 10 veces antes de que la actual estructura de piedra se completara en 1911.
Adornando este puente se pueden ver impresionantes estatuas de bronce de diseño «wayō-setchū» (fusión japonés-occidental): representan al mítico Kirin alado.
Aunque en japonés moderno, Kirin significa «jirafa», el mítico Kirin es una especie completamente diferente. Similar a la criatura quimérica qilin de la mitología china, el Kirin posee el cuerpo de un ciervo, la cabeza de un dragón, la cola de un toro, las patas de un caballo con escamas y uno o más cuernos.
Tradicionalmente, el Kirin no se representa con alas en la espalda, pero las estatuas de bronce de Nihonbashi sí que las tienen, lo que les otorga una apariencia más de dragón. Esto se basa en los deseos del escultor Osao Watanabe, de que la ciudad de Tokio, que crecía en ese momento, se elevaría hacia el cielo desde el puente de Nihonbashi,en el centro de la ciudad.
El distrito Nihonbashi de Tokio lleva el nombre del puente, que también sirve como el marcador del kilómetro cero para la red nacional de autopistas de Japón.
El distrito a veces es referido como el «centro de Japón«, a la vez que sus concurridas calles están llenas de tiendas y restaurantes. En 2011, se construyó un embarcadero para conmemorar el centenario del puente de piedra.