Monasterio de Gregorio en Athos, Grecia

Aunque el monasterio de Gregorio ocupa el puesto 17 en la jerarquía oficial de los monasterios del Monte Athos, en Grecia, esto realmente no es motivo para considerarlo insignificante.

En primer lugar, aquí vive un nutrido grupo de monjes, de los más grandes de la península, con 70 integrantes altamente educados y, en segundo lugar, la escala de sus edificios bien puede competir con el monasterio de la Gran Laura: muros de fortaleza de varios niveles, un majestuoso templo principal y hasta siete iglesias en el territorio.

Introducción al monasterio

El monasterio de Gregorio (Μονή Γρηγορίου) remonta su historia al siglo XIV, cuando llamó la atención internacional por su extensa actividad misionera, cuyo ejemplo más llamativo es la misión del monasterio en el Congo.

Entre las valiosas reliquias ortodoxas de Gregorio, se encuentran una fracción de la Cruz del Señor, las reliquias del fundador del monasterio, Gregorio, y bustos de grandes mártires.

Historia del monasterio

El monasterio de Gregorio fue fundado en el siglo XIV por el monje ermitaño Gregorio, por quien el monasterio pronto comenzó a tomar su nombre.

Sin embargo, poco se sabe sobre Gregorio. Las crónicas mencionan que fue alumno de Gregorio del Sinaí.

Varios textos mencionan documentos más detallados sobre Gregorio pero, por desgracia, fueron quemados en los devastadores incendios de 1500 y 1762. La restauración del monasterio después del incendio del siglo XVI contó con la gran ayuda del gobernante moldavo Esteban el Grande, quien se hizo conocido como el segundo fundador de monasterio de Gregorio.

Durante los años de la Revolución griega, el monasterio de Gregorio atravesó tiempos difíciles e incluso solicitó la entrada en los territorios dependientes del monasterio de la Gran Laura.

La época feliz del monasterio no comenzó hasta finales del siglo XVIII, con la asunción del cargo de abad Simeón, bajo el cual el monasterio Gregorio no solo pudo pagar una enorme deuda, sino que también floreció con nuevos edificios.

Qué ver en el monasterio de Gregorio

Entre los monasterios del Monte Athos, el de Gregorio a menudo se considera como el más pintoresco. De hecho, aquellos que llegan en ferry al muelle del monasterio tienen una vista impresionante: la gran mole gris de los muros de piedra de su fortaleza se asienta sobre una roca baja en la misma línea de las olas, mientras que los techos de tejas rojas parecen bayas extravagantes en un campo verde de vegetación que cubre las imponentes colinas del fondo.

El monasterio de Gregorio es el vecino más cercano del monasterio de Simonopetra (Simonos Petra) y el monasterio de Dionisio, a los que se puede llegar desde aquí a pie por los enredados caminos de Athos.

La vista del monasterio de Gregorio es impresionante. La parte de la roca sobre la que se levantó el complejo, obligó a los arquitectos a definir una construcción vertical, lo que finalmente creó la sensación de que todos los edificios del complejo parecen precipitarse hacia el mar azul griego.

Interior del complejo del monasterio de Gregorio. Pintado de color rojo se puede ver el edificio del katholikón (templo principal).

El interior del monasterio está bastante concurrido: el templo principal, el katholikón, se encuentra junto a 7 iglesias, las viviendas de los hermanos, el refectorio y los cuartos de servicio.

El katholikón del monasterio de Gregorio fue construido en 1770 y consagrado en honor a San Nicolás el Taumaturgo. Una década más tarde, fue pintado con notables frescos y adquirió un iconostasio de madera tallada.

A finales del siglo XIX, el katholikón se repuso con una segunda capilla, al mismo tiempo que se construyó una iglesia con el nombre de San Jorge. Por su parte, la extensa biblioteca del monasterio contiene 279 manuscritos antiguos (de los cuales 11 están hechos en pergamino) y más de 6.000 libros impresos.

A día de hoy, los peregrinos llegan al monasterio de Gregorio para venerar un fragmento de la Cruz del Señor y el icono milagroso de la Madre de Dios.