Monasterio de Hilandar en el Monte Athos, Grecia

Situado a unos dos kilómetros de la costa y rodeado de montañas en la parte nororiental de la península de Athos, el Monasterio de Hilandar es uno de los tres monasterios "extranjeros" de la Montaña Sagrada.

Hilandar fue fundado por los serbios a finales del siglo XII y, a pesar de la lejanía con el país de origen de sus creadores, hasta el día de hoy se considera uno de los principales santuarios de la Serbia ortodoxa.

Gracias al apoyo incesante de los gobernantes serbios, el monasterio de Hilandar (también referido como Monasterio Serbio) creció y se enriqueció rápidamente, ocupando hoy en día el cuarto lugar en la jerarquía de los monasterios de Athos, en Grecia.

Virgen de las Tres Manos

A los peregrinos les gusta Hilandar por su hospitalidad eslava, por sus cómodas condiciones de estadía (incluso para los estándares de Athos), así como por una gran cantidad de reliquias, incluido el icono venerado de la Madre de Dios "de las Tres Manos", que data del siglo VIII.

El Monasterio de Hilandar es el único donde no hay abad. Según la leyenda, la imagen milagrosa de "las Tres Manos" se colocó originalmente en el altar, pero el ícono mismo se movió repetidamente al lugar del abad.

Desde entonces, se cree que la misma Madre de Dios administra el monasterio, y los monjes toman la bendición para el servicio directamente de su imagen.

Orígenes del monasterio

El monasterio de Hilandar (Μονή Χιλανδαρίου) fue fundado en 1198 por el gobernante serbio Esteban Nemanja y su hijo Rastko Nemanjić, quienes tomaron la tonsura con los nombres de san Simón (Sveti Simeon) y san Sava. Luego, se convirtieron en dos de los santos serbios más venerados.

Inicialmente, el monasterio de Hilandar estaba subordinado al monasterio de Vatopedi, pero más tarde se independizaría.

El sólido apoyo financiero de los príncipes serbios proporcionó al monasterio una existencia cómoda incluso en los años difíciles de la ocupación turca. Aunque por desgracia, los incendios no perdonaron al monasterio: se quemó dos veces, como resultado de lo cual la afluencia de monjes disminuyó significativamente. Aún así, hoy en día es uno de los monasterios mejor cuidados, animados y hospitalarios de Athos con una hermandad de unos 70 monjes.

En Hilandar se conserva un árbol de vid de San Sava, cuyos frutos se dice que curaron la infertilidad femenina.

El monasterio

En la apariencia del monasterio de Hilandar, las características de los Balcanes se trazan con extraordinaria claridad.

Los poderosos edificios de torres con ventanas estrechas y un nivel de arcos blancos y rojos de piedra decorativa parecen haber sido trasladados aquí desde los claustros de las montañas de Serbia.

Por su parte, el edificio residencial del monasterio está decorado con terrazas de madera blanca y roja, tan similares a los caravasares medievales de los Balcanes.

Katholikón

La iglesia principal del monasterio, o katholikón, data del siglo XIV y fue consagrada en honor a la Presentación de la Virgen María.

En su arquitectura de varios niveles, se pueden contemplar características balcánicas y bizantinas, lo que la hace similar a las basílicas clásicas de Constantinopla.

En su interior, destacan sus magníficos frescos, relativamente nuevos, de principios del siglo XIX. Son muy interesantes por sus increíbles y cuidados detalles. Por otra parte, la entrada al altar está encerrada por un panel de madera tallada, detrás del cual hay una mampara de mármol más antigua.

También merece la pena ver una copa para agua bendita que data del siglo XVIII.

Otras iglesias y reliquias

En el territorio de Hilandar hay hasta 11 pequeñas iglesias que contienen numerosas reliquias.

Entre las reliquias más destacadas se encuentran la vara y parte de la tumba de San Sava, así como un árbol de vid, cuyos frutos sanaron de la infertilidad femenina. Además se pueden ver partículas de la Cruz del Señor, una corona de espinas y el sudario de Cristo, así como fragmentos de las reliquias del profeta Isaías y Juan Bautista.

Igualmente, el museo del monasterio contiene vestimentas de iglesia y sillones decorados con nácar.