Genocidio de los Isaaq y monumento de Hargeisa, en Somalilandia

"Hargeisa War Memorial" es un llamativo monumento en el centro de Hargeisa, la capital y ciudad más grande de Somalilandia. El estrado de este monumento está cubierto de coloridos murales, lo que apoya en su parte superior un avión de combate MiG-17 derribado.

A finales de la década de 1980, Somalilandia comenzó a intentar separarse de Somalia y del brutal gobierno dictatorial del presidente somalí Siad Barre. En respuesta, la Fuerza Aérea Somalí comenzó un bombardeo aéreo a gran escala de Hargeisa, un territorio que se situaba como una fortaleza del Movimiento Nacional Somalí rebelde.

El bombardeo indiscriminado destruyó al menos el 70% de Hargeisa y, combinado con ejecuciones sumarias y ataques terrestres, causó la muerte de alrededor de 50.000 personas, en su mayoría civiles. Esto ahora se conoce como el "Genocidio de los Isaaq", o "Holocausto de Hargeisa".

A pesar del terrible precio que pagaron, Somalilandia se declaró un estado independiente en 1991.

La independencia de Somalilandia no fue reconocida internacionalmente por completo, pero el país experimentó una relativa estabilidad en los años que siguieron, especialmente en comparación con la guerra civil en curso que continuó envolviendo a Somalia. Hoy en día, son varios los países que reconocen a Somalilandia como una región autónoma de Somalia.

Para conmemorar el brutal bombardeo de Hargeisa y para honrar a quienes perdieron la vida, se erigió un monumento en el centro de la ciudad, en lo que ahora se conoce como "Freedom Square". El colorido monumento consiste en un gran estrado, en la parte superior del cual se encuentra un avión de combate.

Este avión, un MiG-17, fue uno de los aviones de la Fuerza Aérea Somalí que despegó del aeropuerto de Hargeisa antes de volver para bombardear repetidamente la misma ciudad. Se estrelló durante el bombardeo y luego fue recuperado por los rebeldes.

A medida que uno se acerca al monumento, se puede ver que los coloridos murales que decoran cada lado del estrado son, de hecho, muy oscuros en la naturaleza de lo que representan. Muestran escenas de la vida de la guerra civil: hombres con brazos y piernas cortadas, miembros humanos esparcidos por un campo de batalla, casas ardiendo y ejecuciones sumarias de civiles.

Pero también hay símbolos de esperanza. Una mujer se muestra desafiante, sosteniendo la bandera de la República de Somalilandia mientras mira hacia el cielo.

A su vez, a un lado del estrado, la imagen del campo de batalla lleno de cuerpos desmembrados se desvanece en una de las esquinas para revelar una imagen alternativa: una imagen de tierras verdes y cielos azules no devastados por la guerra y la destrucción.