Monumento a las 4.000 naranjas de Odesa, en Ucrania

A lo largo de los siglos, la ciudad ucraniana de Odesa fue el gran puerto comercial de la región. Sin embargo, la leyenda dice que se necesitó un soborno fabuloso para allanar el camino hasta el éxito.

La historia cuenta que la ciudad de Odesa del siglo XVIII necesitaba dinero para construir su puerto. Desafortunadamente, cuando el nuevo zar Pablo I tomó el poder en 1796, desvió el dinero del puerto que tanto necesitaba a otra parte. Aquello dejó a la ciudad en el limbo.

Como resultado, los funcionarios de la ciudad encontraron una solución interesante. Importaron 4.000 naranjas griegas y se las enviaron como un regalo exótico a Pablo I. Y como Pablo nunca antes había probado naranjas, quedó fascinado e impresionado por la fruta. Para agradecer el regalo, aprobó el dinero necesario para construir el puerto.

En 2004, la ciudad de Odesa inauguró un monumento en honor a aquellas naranjas.

Odessa

Una naranja gigante de metal sobre ruedas descansa sobre un pedestal, algo parecido a un carruaje, tirado por caballos. En el interior, Pablo I se representa de pie sosteniendo una naranja, con gesto de aprobación.

Odesa mon umento naranjas

El monumento está coronado por esculturas de varios edificios emblemáticos y conocidos de Odesa.

Monument to the Orange

Diseñado por Valery Balukh y completado por el escultor Alexander Tokarev y el arquitecto Vladimir Glazyrin, la escultura es un monumento a un monumental soborno.






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