Monumento destruido a Stalin en Budapest, Hungría
En 1951 se erigió un monumento a Joseph Stalin en uno de los extremos de Városliget, el Parque de la Ciudad de Budapest, en Hungría. Fue un regalo de los húngaros por el 70 aniversario del gobernante soviético.
El impresionante monumento se elevaba hasta los 25 metros de altura. La estatua del propio Stalin tenía 8 metros de altura y se hizo en bronce. El autor de la obra fue Sándor Mikus, a quien le valió ganar el Premio Kossuth.
Adicionalmente, la base del monumento estaba decorada con bajorrelieves en los que se mostraba al pueblo húngaro agradecido y dando la bienvenida a su líder.
La historia del monumento a Joseph Stalin de Budapest no fue muy larga, al menos en lo que se refiere al monumento completo. En 1956, durante el levantamiento húngaro, se demolió la escultura.
Pero no fue una demolición habitual. A "líder de los pueblos" le cortaron las piernas, literalmente.
Habiendo caído y golpeado el suelo, el memorial se rompió en cientos de pedazos que los habitantes de Budapest recogieron como recuerdo. De la estatua monumental solo quedó el pedestal y las botas de Stalin. El conjunto sobreviviente fue posteriormente retirado.
Sin embargo, en el año 2006 la particular estatua, o al menos lo que quedaba de ella, volvió a salir a la luz. Se instaló junto al parque Memento, dedicado a las esculturas de la época socialista.
Allí se recreó el mismo monumento "folclórico", aunque en forma reducida: un pedestal de ladrillo y, sobre él, las legendarias botas.
Y aunque los "zapatos" no son auténticos, a día de hoy siguen atrayendo a multitudes de turistas.
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