Prinkipo, el edificio de madera más antiguo de Europa

Este destartalado edificio de madera, prácticamente al borde del derrumbe, es el edificio de madera más grande de Europa y el segundo más grande del mundo. Se encuentra en la cima de una pequeña colina en Büyükada, una pequeña isla frente a la costa de Estambul.

El orfanato griego Prinkipo, como se llama el edificio, fue concebido originalmente para ser un hotel de lujo y un casino. Sin embargo, cuando los propietarios no pudieron obtener el permiso para tal fin, decidieron convertirlo en un orfanato. Funcionó durante 60 años dando hogar a huérfanos ortodoxos griegos.

Cuando Prinkipo cerró sus puertas, el edificio cayó en abandono y, después de medio siglo de estar expuesto a los elementos, la estructura de 20.000 metros cuadrados de superficie se encuentra ahora en un estado de gran deterioro.

El ahora abandonado orfanato griego Prinkipo, con seis pisos, fue diseñado y construido en 1898 por el arquitecto franco-otomano Alexander Vallaury para "Compagnie Internationale des Wagons-Lits", la compañía europea de trenes de pasajeros que operaba el Orient Express. La idea era convertir el edificio en un resort de cinco estrellas que atendiera a los viajeros europeos que acudían en masa a Estambul durante la Belle Epoque, la "edad de oro" de la civilización europea. Sin embargo, el sultán Abdul Hamid II, del imperio otomano, negó la licencia de operación debido a que las actividades de juego serían inmorales.

Más tarde, el gran edificio fue vendido a la esposa de un prominente banquero griego, Eleni Zarifi, quien lo donó al Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, una iglesia que lo convirtió en un orfanato. El orfanato de Prinkipo se convirtió así en el hogar de aproximadamente 5.800 niños de minorías griegas desde 1903 hasta 1964, cuando se vio obligado a cerrar durante un período de intensas tensiones políticas entre Turquía y Grecia sobre la isla de Chipre, en el este del Mediterráneo. En 1997, la propiedad fue confiscada por el estado turco, aunque regresó a manos del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla en 2010 tras una orden judicial.


Huérfanos en el dormitorio del orfanato.


Alumnos huérfanos durante una sesión de clase.

En 2018, Europa Nostra y el Banco Europeo de Inversiones calificaron al orfanato como uno de los siete patrimonios culturales más amenazados. El patriarca ecuménico de Constantinopla quiere, a día de hoy, preservar y reparar el edificio, pero la falta de fondos y las continuas tensiones políticas entre Grecia y Turquía por una variedad de temas, incluida la protección de la herencia bizantina y griega en Estambul, retrasan constantemente los intentos de conservación.






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