Palacio da Pena, icono de Sintra y una de las Siete Maravillas de Portugal

El Palacio Nacional da Pena es una obra maestra arquitectónica ubicada sobre una colina a una altitud de unos 500 metros sobre el nivel del mar, dominando la ciudad de Sintra, en Portugal.

Construido en la segunda mitad del siglo XIX, este palacio constituye un importante símbolo del romanticismo portugués y una de las principales atracciones turísticas del país.

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Palacio da Pena en Sintra, Portugal.

El Palacio da Pena es considerado una de las Siete Maravillas de Portugal (Sete Maravilhas de Portugal).

Historia

Merece la pena mencionar que una vez este grandioso edificio no fue más que una pequeña capilla construida en el sitio donde la Virgen María se apareció a los habitantes del pueblo. Según la leyenda, después de su aparición, se levantó en su honor la capilla de Nossa Senhora da Pena.

En 1493, por orden del rey Manuel I de Portugal, se construyó junto a la capilla un monasterio y, durante varios siglos, el conocido como Real Monasterio de Nossa Senhora da Pena fue un pequeño y aislado refugio en el que convivieron hasta 18 monjes.

Monasterio en ruinas

Lamentablemente, durante el siglo XVIII el monasterio fue dañado en varias ocasiones; primero durante una fuerte tormenta eléctrica en la que atrajo varios rayos y, más severamente, en 1755 durante el Gran Terremoto de Lisboa.

Estos catastróficos fenómenos provocaron que el Real Monasterio de Nossa Senhora da Pena quedase, casi en su totalidad, reducido a escombros.

Sorprendentemente, una parte de aquel primitivo complejo sobrevivió: la capilla original con su decoración de mármol, conservándose sin daños visibles hasta nuestros días.

Palacio actual

El Palacio Nacional da Pena tal y como lo conocemos hoy en día fue mandado construir por el rey Fernando II de Portugal en la década de 1850 sobre las ruinas del anteriormente citado monasterio y su intacta capilla, como una residencia veraniega para los reyes.

Como un gran admirador de la arquitectura romántica, Fernando II decidió transformar el deteriorado monasterio en un palacio real.

En aquel entonces y de igual manera, Fernando II comenzó una reforma en el cercano y también deteriorado Castillo de los Moros para anexionar el edificio como parte de los jardines del Palacio da Pena.

La construcción del Palacio da Pena se alargó durante 12 años (desde 1842 a 1854) y fue supervisada por el arquitecto alemán Wilhelm Ludwig von Eschwege. Se dice que Wilhelm se inspiró en algunos de los castillos situados a orillas del Rin que visitó durante su infancia.

La arquitectura del Palacio da Pena es una caprichosa mezcla de estilos que incluyen elementos góticos, manuelinos, renacentistas y árabes, lo que le convierte en un edificio verdaderamente único. La fachada del palacio es de varios colores y está decorada con detalles y adornos que hacen que se parezca a un castillo de cuento de hadas. Además, cuenta con referencias a otros edificios portugueses notables, como la Torre de Belém.

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Vista aérea del Palacio Nacional da Pena. Sintra, Portugal.

La entrada principal al palacio está flanqueada por dos torres circulares y decorada con arcos de herradura y baldosas de cerámica.

El palacio fue inaugurado oficialmente en 1885 y desde entonces ha sido uno de los edificios más icónicos de Portugal. Desde 1995 forma parte del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El Palacio da Pena llegó a lucir radiante en rojo y amarillo durante años tras su construcción, sin embargo el sol fue borrando el brillo de su fachada hasta darle un color totalmente gris. No fue hasta bien entrado en siglo XX cuando se llevaron a cabo trabajos de pintura y en ellos se devolvió la fachada a su antigua y colorida gloria.

Qué ver

El Palacio da Pena es una maravilla visual y arquitectónica que se puede contemplar desde cualquier punto de Sintra. Incluso, en un día despejado, podría verse desde Lisboa.

Cabe destacar que el palacio está rodeado por un impresionante parque natural de 200 hectáreas que cuenta con jardines exóticos, lagos y senderos para caminar.

Interior

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Gran Salón del Palacio da Pena en Sintra, Portugal.

Una vez se entra al palacio, es fácil notar una mezcla de estilos arquitectónicos que reflejan la visión del Rey Fernando II, quien encargó su construcción. La decoración del interior es opulenta y exuberante, con una variedad de materiales, texturas y colores que dejan sin aliento.

La Sala de los Símbolos es una de las primeras habitaciones que hay al entrar al palacio. Esta habitación es conocida por sus techos abovedados y su decoración de estilo morisco, con patrones geométricos y arabescos en las paredes. Por su parte, la Sala del Trono es otra habitación impresionante, con un trono dorado en el centro y una decoración lujosa en todo el espacio.

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Dormitorio de los reyes en el Palacio Nacional da Pena.

La cocina del palacio, con cientos de utensilios de cocina, tampoco hay que perdérsela.

Otra habitación que vale la pena visitar es la Sala de los Azulejos, que cuenta con una decoración de azulejos de cerámica pintados a mano en tonos azules y blancos. Esta sala es una excelente muestra de la cerámica portuguesa y es una de las habitaciones más populares del palacio.

Capilla

La capilla, la original que sobrevivió a los rayos y el terremoto, es otro punto destacado del palacio. La decoración es predominantemente neogótica y cuenta con vidrieras que permiten la entrada de luz natural en la habitación. Asimismo da cabida a un órgano y un altar decorado con detalles dorados.

El retablo da la capilla se cree que es del escultor francés Nicolás Chanterenne.

Jardines

Los jardines del Palacio da Pena también son una atracción turística en sí mismos.

Los jardines están divididos en diferentes zonas, cada una con su propio estilo y características. Entre las diversas zonas destacan el Jardín de los Leones, el Valle de los Lagos, el Jardín de las Camelias y el Jardín de los Rostros. Además, hay varios miradores desde los que se puede disfrutar de las vistas del palacio y de los alrededores.

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El complejo del Palacio da Pena cuenta con un extenso parque.

El parque y jardines del Palacio da Pena fueron diseñados también por el rey Fernando II en el siglo XIX. El rey tenía una verdadera pasión por la botánica y la horticultura, y dedicó gran parte de su tiempo y recursos a crear un parque y jardín que fuera verdaderamente impresionante.

El resultado es un lugar que combina la belleza natural de la Sierra de Sintra con una variedad de especies de plantas exóticas de todo el mundo.

Una de las características más distintivas del parque y jardín es la abundancia de senderos que serpentean a través de él. Los visitantes pueden caminar por caminos de grava y piedra, rodeados de árboles frondosos y flores de colores brillantes. En cada esquina del jardín hay algo nuevo y fascinante para descubrir: desde pequeños lagos y cascadas hasta jardines temáticos como el Jardín de los Cactus y el Jardín de las Camelias.

El parque del Palacio da Pena es también el hogar de varias especies de animales, incluyendo pavos reales, patos y cisnes. Además, hay varias estatuas y esculturas repartidas por todo el complejo que se suman al ambiente mágico y romántico del lugar.

Una de las atracciones más populares del parque es el Mirador de la Reina (o Terraza de la Reina), una terraza desde la que se pueden disfrutar de unas vistas inmejorables del Palacio da Pena y del paisaje circundante. En la terraza se puede encontrar un un reloj de sol y un cañón. Hasta hace bien poco el cañón era disparado diariamente al mediodía.

Los gobernantes de Portugal utilizaron el Palacio da Pena desde 1889 hasta la Revolución de 1910, cuando fue declarado monumento nacional y se abrió un museo en su interior.

Información práctica

Dirección del Palacio Nacional da Pena: Estrada da Pena, 2710-609 Sintra, Portugal.
Cómo llegar al Palacio da Pena: se puede llegar directamente desde la estación de trenes con el autobús número 434 de Scotturb.
Horario de apertura: de 09:00 a 18:00.
Precio de la entrada: visita al palacio y parque para adultos (de 18 a 64 años): 14€. Visitantes de 6 a 17 años y mayores de 65 años: 12,50€. Familias: 49€.
Entrada solo al parque (sin interior del palacio) para adultos: 7,5€. De 6 a 17 años y mayores de 65 años: 6,5€. Familias: 26€.

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