Puede que el Palacio de San Jorge (Palazzo San Giorgio), en la Piazza Caricamento, no se encuentre entre las principales atracciones turísticas de Génova (Italia), sin embargo, su importancia histórica es más que digna de mención.
No solo es el sitio en el que se escribieron las famosas memorias de Marco Polo, sino que también albergó uno de los bancos más antiguos de la historia.
Imagen: wikimedia.
Construido originalmente en el año 1260 por orden de Guglielmo Boccanegra, tío de Simone Boccanegra (primer dux de Génova), el Palazzo San Giorgio estuvo destinado originalmente a crear un centro de poder civil, en contraste con el poder religioso que ostentaba la Catedral de San Lorenzo. Sin embargo, su papel como cabecera municipal no duró mucho, ya que Boccanegra se vio obligado a exiliarse a Francia en 1262.
El palacio se convirtió en una prisión poco después, donde estuvo encerrado Marco Polo después de que los genoveses le capturasen durante la batalla de Curzola en septiembre de 1298. Marco Polo contó oralmente sus aventuras a un compañero de prisión, al escritor Rustichello de Pisa, quien más tarde publicó las historias como «Il Milione» (Los viajes de Marco Polo).
La guerra de Génova con Venecia aumentó la deuda pública de la ciudad durante el siglo XIV. Para consolidarse, el «Bank of Saint George» se estableció en 1407, convirtiéndose en uno de los bancos autorizados más antiguos de la historia europea. Dicho banco estableció su sede en el Palazzo San Giorgio y permaneció activo hasta la caída de la República de Génova en 1797. El banco desapareció oficialmente en el año 1805.
En la década de 1830 el palacio se enfrentó a un proyecto de demolición, sin embargo se mantuvo en pie gracias en parte a las protestas de los ciudadanos y personalidades más destacadas de Génova.
Posteriormente, se sometió a numerosas restauraciones desde finales del siglo XIX y todavía se mantiene reluciente y orgulloso a día de hoy. Su fachada de estilo renacentista está decorada con impresionantes y coloridos frescos.