Seis extrañas pirámides hechas de piedra, con características geométricas muy similares a los templos aztecas en América Central, han creado mucha controversia entre historiadores, arqueólogos y aquellos con un interés en la historia.
En 1970, el aventurero Thor Heyerdahl cruzó el Océano Atlántico en un barco de papiros. Salió de Marruecos y llegó a Barbados, siguiendo la ruta de los vientos alisios. Algunos creen que este descubrimiento demuestra que antes de Cristóbal Colón, las personas que abandonaron África podrían haber accedido ya a América.
En 1991, Heyerdahl recibió noticias de la existencia de las pirámides en Güimar, que se encuentran en las Islas Canarias (España), y se mudó a la isla de Tenerife para estudiarlas. Estas estructuras se encuentra direccionalmente de Norte a Sur. Según Heyerdahl, las similitudes entre los edificios egipcios y aztecas son una prueba más de la influencia de África en la población precolombina.
En 1998, el área de las pirámides de Güímar se abrió al público. Fue patrocinada por el noruego Fred Olsen, propietario de la compañía de barcos y transbordadores más grande de las Islas Canarias.
Sin embargo, la hipótesis de «pirámides» no es aceptada por los científicos. Distintas investigaciones y exploraciones han encontrado partes de alfarería del siglo XIX debajo de las pirámides. También se encontró una cueva volcánica debajo de las pirámides, además de restos aborígenes en su interior, los cuales se remontan a los años 600-1000 después de Cristo, estableciendo un tiempo límite para la construcción.
Las pirámides de Güímar no se mencionan en los archivos hasta 1881. Según los científicos, estos edificios son simplemente piedras acumuladas por los campesinos para cultivar sus campos.

A pesar de que parece que ninguna hipótesis convence a los científicos, el complejo de las pirámides de Güímar muestra una hermosa exposición de las obras y expediciones de Thor Heyerdahl.