Prisión submarina abandonada en Rummu, Estonia

Rummu es un distrito situado al norte de Estonia, en el condado de Harju, que esconde un gran secreto. A quienes les guste el submarinismo, les encantará este misterio...

En Rummu hay una prisión submarina que fue construida durante los años soviéticos. La prisión estaba ubicada directamente en una mina de piedra caliza en la que fueron obligados a trabajar los prisioneros. Después del hundimiento de la Unión Soviética y el resurgimiento de Estonia en 1991, el interés en la industria minera se agotó y la cantera fue abandonada.

El bombeo de agua en la zona se detuvo y la mina se llenó de agua, formando un amplio lago. La prisión quedó parcialmente sumergida.

Este lugar se hizo rápidamente popular entre los buzos que se sumergían hasta las profundidades con el fin de explorar cada rincón de la prisión. Las viejas celdas, los muebles oxidados, clavos, equipos, herramientas... todo permanece en la posición que quedó cuando se abandonó.

Si eres de las personas a las que les fascina los lugares abandonados y tienes habilidades de buceo, entonces asegúrate de visitar en algún momento este lugar. Aunque eso sí, recuerda que este es un lugar no oficial y muy peligroso. Es mejor utilizar los servicios de un guía especializado que conozca todas las sutilezas de una inmersión de riesgo como en este caso.

En los últimos años, al menos dos personas han perdido la vida en este lago cuando se disponían a explorar la prisión bajo el agua.

El agua en la prisión es más transparente en invierno, por lo que es mejor planificar una inmersión durante este período. Algunos guías organizan excursiones, incluso si la superficie del lago se congela. Este es un lugar muy interesante, pero es necesario cumplir con las estrictas precauciones. Si se carece de suficientes habilidades en buceo, se padece claustrofobia u otros problemas de salud, es mejor abstenerse.

Parte de la prisión de Rummu no se inundó y funcionó hasta 2012. Hasta entonces albergaba 7.000 prisioneros. Posteriormente las instalaciones, tanto las sumergidas como las que no, se pusieron a la venta y los prisioneros fueron trasladados a otro lugar.

Pirsión de Rummu parcialmente sumergida.

A día de hoy, y a la espera de una improbable venta, la prisión sigue siendo foco de atención para cientos de exploradores submarinos llegados de todas partes del mundo.