¿Cómo se construían los puentes medievales? Recreación del Puente de Carlos en Praga

Construir un puente sobre el agua puede ser una tarea abrumadora y, a pesar de los numerosos avances tecnológicos, los conceptos básicos no han cambiado mucho desde la antigüedad.

Primero se construye una ataguía en el lecho del río y se bombea el agua dentro de esta estructura cerrada, dejando al descubierto parte del terreno. Sobre ese terreno se erigen los pilares del puente.


Puentes en la ciudad de Praga, República Checa.

Durante la Edad Media, la ataguía se construía utilizando varias filas de troncos clavados en el barro. Esto se hacía impermeable con barro y se reforzaba con arena. Luego se bombeaba agua del pozo mediante una rueda hidráulica. Lo más probable es que el subsuelo se reforzara con pilotes de madera clavados con un martinete.

Sobre esto, se colocaba una rejilla de cimentación de madera compuesta por vigas y tablones de roble. Esta rejilla estaba fijada con grandes piedras redondas, que estaban interconectadas por barras de hierro forjado. Una vez preparada la cimentación, se podía iniciar la mampostería del pilar.

Para construir los arcos, se levantaban cimbras de madera y se colocaban bloques de piedra arenisca o granito cortados con precisión sobre esta cimbra. Una vez colocada la piedra angular, se quitaba la cimbra y el arco se mantenía unido por su propio peso. Los arcos se reforzaban colocando varias capas de piedras encima hasta el nivel del tablero del puente. Finalmente, se colocaba un pavimento de roca dura.

Recreación del proceso en el Puente de Carlos, en Praga, República Checa


Este proceso de construcción ha sido recreado en una animación 3D por Praha Archeologická, un proyecto del Instituto de Arqueología de la Academia Checa de Ciencias (CAS), con sede en Praga, y el Instituto Nacional del Patrimonio. El ejemplo elegido en esta animación es un puente medieval real: el Puente de Carlos sobre el río Moldava en Praga, República Checa.

Karlův most
Puente de Carlos.

La construcción del Puente de Carlos comenzó en 1357, bajo los auspicios del rey Carlos IV, pero no se completó hasta principios del siglo XV. El puente tiene 16 arcos, 15 pilares, 512 metros de largo y casi 10 metros de ancho. La balaustrada está decorada con 30 estatuas que representan a varios santos y santos patronos, aunque estos fueron erigidos mucho más tarde, entre 1683 y 1714. Para preservar estas estatuas, fueron reemplazadas por réplicas durante la década de 1960. Las originales se encuentran en el Museo Nacional de Praga.

Karlův most

Hasta mediados del siglo XIX, el Puente de Carlos era el único cruce sobre el río Moldava, lo que hizo del puente una conexión importante entre el Castillo de Praga y el casco antiguo de la ciudad y las áreas adyacentes.

Karlův most

El puente sufrió varios desastres a lo largo de más de seiscientos años de existencia. Los daños por inundaciones fueron los más frecuentes, y los primeros se produjeron solo 30 años después de que se completase el puente. En 1496, uno de los arcos se derrumbó cuando el agua dañó los pilares de soporte.

Durante la gran inundación de 1890, una asombrosa cantidad de balsas, troncos y otros escombros flotantes se acumularon contra el puente y rompieron tres arcos y dos pilares. Las guerras también causaron daños significativos, especialmente durante el final de la Guerra de los Treinta Años, cuando algunos de los combates más intensos tuvieron lugar en el propio puente.

Karluv Most

Durante los combates, las torres del puente sufrieron graves daños y los restos de casi todas las decoraciones góticas tuvieron que ser eliminadas después.

El puente escapó de la destrucción total durante la Segunda Guerra Mundial, al final de la cual se repararon los daños que sufrió y se prohibió el tráfico de automóviles.

Hoy en día, el Puente de Carlos es una de las principales atracciones de Praga.






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