Así fue la reubicación de los templos de Abu Simbel

A lo largo de la historia, son cientos los pueblos y aldeas que han desaparecido debido a gigantescos proyectos de movimiento de tierras, como pueda ser la construcción de una presa. Además, esos grandes proyectos también han amenazado a grandes templos, históricos y culturalmente de gran importancia, como lo son los templos de Abu Simbel, en Egipto.

Así, cuando se construyó la presa y el embalse de Asuán y el nivel del agua del río Nilo aumentó en las proximidades de Abu Simbel, la integridad de los templos de 3300 años de antigüedad se vio amenazada. Sin embargo, ante el caos cultural que pudo haber supuesto, la comunidad internacional se unió para una operación de salvamento extraordinaria.

Abu Simbel vista aérea

Los templos de Abu Simbel se ubicaron originalmente a lo largo del río Nilo. Fueron excavados en la roca sólida de la montaña durante el reinado del faraón Ramsés II, el tercer faraón de la Dinastía XIX de Egipto. Ramsés II construyó gran cantidad de templos en todo Egipto y Nubia, particularmente en esta última región, para impresionar al pueblo nubio con el poder de los egipcios.

ABU_SIMBEL

Los más famosos templos de Ramsés II son los templos de Abu Simbel, excavados en la roca.

Templo de Ramsés II


Templo Ramses II
Templo de Ramsés II, el "Gran Templo" de Abu Simbel.

Ramsés II construyó dos templos colosales: el más grande, llamado "Gran Templo", es increíble para la vista. Cuatro colosos de 22 metros de altura cada uno representando al propio faraón sentado en un trono se encuentran frente a la entrada.

La fachada detrás de las estatuas sedentes está en gran parte en blanco, pero en el borde superior hay un friso que representa a un ejército de babuinos adorando al sol naciente. Entre las estatuas se encuentra la entrada al templo, coronada por un bajorrelieve del rey adorando al dios con cabeza de halcón Ra-Horajty.

Great Temple at Abu Simbel

Dentro del gran salón del templo o primera gran sala hipóstila, hay ocho columnas, cada una tallada a la semejanza de Ramsés. El espacioso interior está decorado desde el suelo hasta el techo con heliografía que glorifica las campañas militares de Ramsés. En el fondo del complejo se encuentra el santuario santuario sagrado, donde se muestra a Ramsés compartiendo trono con los dioses Ra, Ptah y Amón.

Sacred Shrine, the Great Temple of Ramesses II in Abu Simbel, Aswan, Egypt.
Santuario del templo de Ramsés II.

Como dato curioso, en el santuario del templo de Ramsés II únicamente, dos días al año (21 de febrero y 19 de octubre), los rayos de sol entran a la sala, dando luz a las figuras de Ramsés, Amón y Ra. Sin embargo Ptah, el dios fúnebre, es la única imagen que queda en la oscuridad.

Templo de Nefertari


Temple of Nefertari dedicated to goddess Hathor at Abu Simbel, Egypt
Templo de Hathor, también conocido como Templo de Nefertari y Templo Menor.

Ramsés construyó un segundo templo, el llamado "Templo Menor", dedicado a su esposa Nefertari. Esta fue solo la segunda vez en la historia del antiguo Egipto que un templo estaba dedicado a una reina, siendo el primero de Nefertiti.

Al igual que en el Gran Templo, la entrada al Templo Menor está flanqueada por estatuas del faraón y su reina, más notablemente, construidas en el mismo tamaño. Por lo general, las reinas se representan no más altas que la rodilla del faraón. El interior del Templo Menor está decorado con escenas que muestran a la reina tocando el sistro y haciendo ofrendas a las diosas Hathor y Mut.

Si quieres conocer más acerca de estos dos templos de Abu Simbel, incluidos sus planos, haz click aquí.

Olvido de los templos y presa de Asuán


Durante milenios, los templos quedaron enterrados en la arena y fueron olvidados. Cuando se redescubrieron a principios del siglo XIX, solo el friso superior del "Gran Templo" era visible sobre la arena. El templo fue excavado y por un tiempo pareció que la inmortalidad de Ramsés estaba asegurada, pero a finales de la década de 1950, surgió otro desastre.


Templo de Ramsés II durante la excavación, alrededor de 1853-1854. Foto: John Beasly Greene.

El gobierno estaba planeando la construcción de nueva presa en el Nilo, a unos 230 kilómetros río arriba de donde se encontraban las colosales estatuas de Ramsés. Con 4 kilómetros de largo y 110 metros de alto, la nueva presa de Asuán sería la presa más grande del mundo en aquella época. Egipto necesitaba esta obra, ya que la presa anterior estaba demostrando ser incapaz de controlar la inundación anual del Nilo.

La nueva presa no solo permitiría a Egipto "domesticar" el río, sino que el embalse creado ayudaría a mantener las tierras de cultivo y a los habitantes de la región durante los períodos de sequía.

Hubo, sin embargo, un gran inconveniente. El embalse de 5.250 kilómetros cuadrados, llamado lago Nasser, requeriría el reasentamiento de unas 90.000 personas y, si fuese posible, la reubicación de los magníficos templos de Abu Simbel.

Petición de ayuda a la UNESCO y propuestas


Abu Simbel

En 1959 el gobierno egipcio pidió ayuda a la UNESCO. Afortunadamente, la comunidad internacional estaba familiarizada con la región de la antigua Nubia y los innumerables sitios arqueológicos que contenía. Reconociendo la gravedad del problema, la UNESCO se embarcó en su primer esfuerzo de rescate internacional colaborativo.

En 1960 se lanzó un proyecto internacional de recaudación de fondos. Para conseguir apoyo para la campaña, Egipto organizó una exposición itinerante de varios objetos de la tumba de Tutankamón. La exposición "Tesoros de Tutankamón" se presentó en América del Norte, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Rusia y Japón. El dinero generado ayudó a financiar no solo el proyecto Abu Simbel, sino también muchas futuras campañas de la UNESCO.

Se propusieron numerosas ideas sobre cómo salvar los templos. Una de ellas consistía en crear un acuario gigantesco alrededor de los templos con cámaras de observación subacuáticas accesibles para los visitantes. Esta idea fue rechazada.

Otra idea se basaba en elevar la roca, pero el coste habría sido inmenso. Finalmente, se decidió cortar las rocas en piezas manejables, transportarlas a un terreno más alto y volver a ensamblarlas como si fuesen bloques de Lego.

Reubicación


El trabajo comenzó en noviembre de 1963. Primero, se erigió una pared alrededor de Abu Simbel para ganar tiempo adicional que permitiese trabajar en los templos mientras se acumulaba agua en el embalse de la presa de Asuán. Se necesitó el mayor cuidado al cortar las piedras. Las sierras eléctricas no se pudieron usar porque hacían los cortes demasiado anchos: cualquier corte más ancho de 8 milímetros habría sido visible cuando los bloques se volvieron a unir.

De esta manera se utilizaron sierras manuales y alambres de acero para cortar las rocas en bloques de 20 a 30 toneladas de peso.

Al final, el "Gran Templo" fue cortado en 807 bloques y el "Templo Menor" en 235. Una vez cortados, cada bloque fue recubierto para protegerlo contra la división y fractura durante el transporte.

La nueva ubicación del templo estaba 200 metros tierra adentro y 65 metros más alto. Antes de que el ensamblaje pudiera comenzar, se creó una colina artificial utilizando unos 330.000 metros cúbicos de roca para parecerse a la colina pedregosa natural contra la cual los templos se encontraban en el sitio original. Luego, los bloques se volvieron a unir con extrema precisión, se aseguraron entre sí con barras de refuerzo y las juntas se rellenaron con un material artificial.

Se tuvo mucho cuidado de mantener la alineación original del templo con las direcciones cardinales, para que los rayos del sol continuaran penetrando en el santuario del "Gran Templo" e iluminaran las esculturas en la pared posterior durante ciertas horas de la primavera y el otoño.


En esta maqueta del Museo de Nubia, en Asuán, se muestra la ubicación original de los templos de Abu Simbel (debajo del cristal, si no se hubiesen reubicado y hubiesen quedado inundados) y la nueva ubicación, más alta después de que fuesen rescatados. Foto: Zureks/Wikimedia Commons.

La exitosa reubicación de los templos de Abu Simbel estableció el impulso para futuros esfuerzos de rescate. Dentro del propio valle de Nubia, la UNESCO rescató hasta 22 monumentos diferentes de la inundación, incluidos los templos de Ramsés. Un monumento, el Templo de Amada, tuvo que ser movido entero porque no podía cortarse, ya que se habría dañado la estructura.

Otros sitios que se transfirieron con éxito incluyen Uadi es-Sebua, otro templo construido por Ramsés II, el Templo de Kalabsha de la era romana y el Templo de Philae. Alentada por estos éxitos, la UNESCO se trasladó a Venecia para proteger sus lagunas, luego a Mohenjo-Daro en Pakistán para ayudar a excavar las ruinas y más tarde a Indonesia para preservar el Templo de Borobudur.

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Templos de Abu Simbel, en el borde inferior de la imagen.

"La finalización de un proyecto tan enorme y complejo ayudó a la UNESCO a darse cuenta de que éramos capaces de tres cosas principales", explicó Mechtild Rössler, directora del Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO y la División del Patrimonio.

"Primero, reunir la mejor experiencia que el mundo tiene para ofrecer. Segundo, asegurar la cooperación internacional de sus miembros. Y tercero: asegurar la responsabilidad de la comunidad internacional para reunir fondos y apoyo que ayuden al patrimonio mundial en su conjunto. Reconocimos que un solo país simplemente no es capaz".

El éxito de la campaña de Nubia fue directamente responsable de la creación del "Patrimonio de la Humanidad" en 1965 y, posteriormente, de la Lista de Sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Las Islas Galápagos se convirtieron en el primer Patrimonio de la Humanidad en 1978. Los Monumentos de Nubia se agregaron a la lista en 1979.

Agradecimiento a España


España fue uno de los países que colaboró para salvar los templos de Abu Simbel. Como muestra de agradecimiento, Egipto decidió regalar a España el templo de Debod, originalmente situado en el pueblo de mismo nombre.

Debod - Madrid
Templo de Debod en Madrid. Fue un regalo del estado egipcio a España por la ayuda ofrecida con los templos de Abu Simbel.

El templo de Debod fue desmontado pieza a pieza en Egipto, como lo fue Abu Simbel, para después ser trasladado en barco hasta Valencia, y desde allí hasta Madrid en tren. Se reconstruyó en un entorno privilegiado del Parque del Oeste.

Si quieres saber más acerca del templo de Debod, haz click aquí.






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  1. Micaela dice:

    Absolutamente increíble la precisión con la que desmontaron las templos y los reconstruyeron.

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