De pie, con orgullo sobre el horizonte de Kiev, la capital de Ucrania, se encuentra la estatua de la Madre Patria con 62 metros de altura, también conocida comúnmente como Rodina-Mat. Originalmente concebida a ser incluso más alta, la espada de la estatua fue recortada porque era más alta que la cruz de Pechersk Lavra, un monasterio ortodoxo de renombre en la ciudad. La espada mide 16 metros de largo y pesa 9 toneladas.
Diseñada por Yevgeny Vuchetich, Rodina-Mat está hecha de acero inoxidable con 62 metros de altura (altura oficial) que, en conjunto con su base, mide 102 metros y pesa unas 560 toneladas.
La estatua porta en su mano izquierda un escudo con el emblema del Estado de la Unión Soviética. Por una pequeña cuota, se puede subir a esta altura para obtener unas impresionantes vistas del horizonte de Kiev.
Vistas desde el escudo de Rodina-Mat.
Por debajo de la imponente estatua, en su base, se encuentra una sala memorial que muestra los nombres de 11600 soldados y más de 200 trabajadores a los que se honra por su participación en la guerra bajo el título «Héroes de la Unión Soviética«.
La estatua es parte del Museo de la Historia de Ucrania de la Segunda Guerra Mundial (hasta que la ley cambió en 2015, era conocido como el Museo de la Gran Guerra Patria). Siendo un complejo que cubre 10 hectáreas y con más de 300.000 exposiciones, es el museo más grande de Ucrania.
La entrada al complejo es grande e imponente, con esculturas que representan valientes luchas contra la invasión alemana, la ocupación nazi y la dedicación de los partidarios por sus respectivos partidos.
La parte exterior se completa con una gran colección de tanques cuidadosamente dispuestos, camiones, aviones, helicópteros y otros vehículos y armas variadas, todos los cuales se pueden disfrutar mientras se escucha una banda sonora sombría soviética.
El museo es grande y, en su interior, es iluminado por una luz tenue, mostrando las atrocidades que tuvieron lugar en Ucrania años atrás.
La construcción de Rodina Mat (1979-1981) fue controvertida debido a los enormes costes que muchos creyeron que deberían haber sido empleados en causas más dignas o mejores. La controversia no terminó una vez se concluyó su construcción, pues a día de hoy son muchos los que claman por su desmantelación para poder dar un mejor uso a sus materiales, afirmando también que Rodina Mat es un símbolo del comunismo.
En una fecha tan reciente como 2015, el Parlamento de Ucrania, en un intento de alejarse de los días de la opresión comunista, prohibió los propios símbolos comunistas. Los monumentos de la Segunda Guerra Mundial están exentos de esta legislación y, como Rodina Mat y sus alrededores son considerados monumentos de guerra soviéticos, su futuro parece seguro.