Sewell, el pueblo minero abandonado en Chile

El pueblo minero abandonado de Sewell está ubicado en las laderas de los Andes, en la comuna chilena de Machalí, a una altitud de 2000 metros, y a algo menos de 150 kilómetros de la capital del país, Santiago.

La ciudad fue construida por Braden Copper Company en 1905 para los trabajadores de la mina de cobre subterránea más grande del mundo: El Teniente. Fue la primera ciudad de cobre de la compañía en Chile, el mayor productor de este metal en el mundo y un maravilloso ejemplo de fenómeno global cuando se construyeron ciudades enteras para procesar recursos naturales.

La ciudad minera de Sewell fue particularmente conocida por su contribución a la difusión mundial de las tecnologías mineras a gran escala.

Sewell se fundó en la ladera de los Andes sin carreteras: su arteria principal es una gigantesca escalera central que se eleva desde su estación de tren. A lo largo de las escaleras había terrenos con formas irregulares llenos de árboles y arbustos ornamentales que servían como los principales lugares públicos de la ciudad. Todos los edificios fueron hechos de madera y posteriormente pintados en verde brillante, amarillo, rojo y azul.

Al principio, Sewell era solo un pequeño campamento cercano a la mina, con una central hidroeléctrica y un ascensor para transportar cobre y hierro. Desde 1915, cuando la ciudad recibió su nombre en honor a Barton Sewell, un amigo de Braden Copper, el asentamiento comenzó a crecer en términos de infraestructura y arquitectura, adquiriendo aspecto de ciudad. El crecimiento de la ciudad se aceleró enormemente con la construcción del ferrocarril que unió la mina con la ciudad Rancagua para satisfacer la mayor demanda de cobre debido a la Primera Guerra Mundial.

Pronto, más de un centenar de edificios multicolores se extendieron por la pendiente de Sewell dando hogar a miles de mineros. Centros médicos, iglesias, escuelas técnicas, clubes sociales, teatros, boleras y una piscina climatizada no fueron una excepción. Durante su auge, Sewell contó con una población superior a los 15.000 habitantes. El ferrocarril proporcionó todos los suministros necesarios a la ciudad mientras que se obtenía un mineral de calidad bastante alta.

A finales de la década de 1960, la industria del cobre se nacionalizó y se convirtió en propiedad estatal. En aquel momento, la mayoría de las personas se trasladaron a la ciudad de Rancagua para gozar de mejores condiciones. Sewell dejó de existir como un asentamiento minero en 1980, quedando en uso parcial como albergue para el personal de contratistas. Algunos edificios fueron modificados y otros demolidos.

La demolición se detuvo a finales de la década de 1980 y, en 1998, Sewell fue declarada Monumento Histórico de Chile. En 2006 Sewell se convirtió en Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

A día de hoy, la mina todavía está operativa y El Teniente aún produce el 3% del cobre mundial. En 2010 la ciudad de Sewell se convirtió oficialmente en "Museo de la Gran Minería del Cobre".

Antigua piscina en Sewell convertida en museo.

Sello conmemorando los 100 años de "El Teniente".