Spreepark, el parque abandonado de Berlín

En el centro de Berlín, cerca del río Spree, en el bosque Plänterwald, se encuentra un parque de atracciones abandonado. Conocido como Spreepark, antiguamente el parque de atracciones más grande de la RDA (República Democrática Alemana), se declaró en quiebra después de su privatización y ha estado esperando un nuevo gerente desde entonces.

Ahora, un enorme campo descuidado en el centro de la ciudad muestra atisbos de un lugar que una vez fue un mundo surrealista y encantado.

Berliner Spreepark

El parque ha permanecido cerrado desde que los operadores de Spreepark quebraron. Sus puertas se abren a día de hoy únicamente para eventos especiales individuales o visitas guiadas. A través de los años, un lugar extrañamente irreal creció en medio de la animada ciudad de Berlín. Las plantas crecían descontroladamente, mientras que las viejas atracciones se descomponían rodeadas de hojas, musgo y telarañas.

Spreepark

Maderas podridas y vidrios rotos ocupan lugares donde una vez coloridas atracciones de feria fueron aclamadas por los visitantes. Barcos en forma de cisnes se amontonan en la arena, con sus blancas pieles cubiertas de musgo. Las gigantescas cabinas de la noria son las que rompen el silencio del parque, emitiendo un inquietante sonido cuando el viento se ve atrapado en ellas.

Spreepark : the big wheel 3/3

La abandonada aldea Wild West Village, un pueblo fantasma del parque, no es más que madera corroída por el óxido, mientras que sus estanques y lagos han mutado en un brebaje fangoso viscoso lleno de algas y musgo. Dinosaurios de plástico muestran sus últimos dientes, a pesar de haber sido mutilados por visitantes que buscaban llevarse un recuerdo del parque.

Lost World

Ellos son los testigos silenciosos de un antiguo, orgulloso y artificial paraíso.

Spreepark

El carisma mórbido de Spreepark inspira una amplia gama de obras artísticas, especialmente durante la temporada de verano, albergando sesiones de moda, rodajes de películas, spots de televisión, espectáculos y conciertos de música pop. Los restos encantados del parque son fascinantes, sin embargo, su estado de abandono engendra nostalgia.

spreepark

Inaugurado en 1969 durante el 20º aniversario de la RDA, el VEB Kulturpark Berlin (nombre con el que fue conocido antiguamente) fue el "Disneyland del Socialismo". Se extendió por más de 30 hectáreas, y contaba con más de un millón de visitantes cada año. Fue el único parque de atracciones permanente del país, con atracciones de feria importadas de países no socialistas.

Cariñosamente llamado "Kulti", el parque fue una parte integral de los niños y de las actividades recreativas familiares durante generaciones. Fue profundamente arraigado en la conciencia colectiva de los ciudadanos de la RDA.

Spreepark 12

Después de la caída del muro, la zona fue privatizada por el Senado de Berlín. Fue una acción con vistas a "ser transformado en un parque de atracciones de acuerdo a los estándares occidentales", como se anunció. Finalmente, en 1991, la adjudicación del contrato fue para la empresa Spreepark GmbH, propiedad de Norbert Witte, descendiente de una familia tradicional de Hamburgo. La compañía consiguió un contrato de arrendamiento. El área todavía pertenecía al estado federal de Berlín y Witte pagó un alquiler.

Witte no solo presentó un concepto más ambientalmente sostenible, sino que también tenía muy buen contacto con el partido de gobierno de la CDU en Berlín, gracias a sus generosas donaciones. Y aunque Witte había sido condenado anteriormente por un accidente de una atracción de feria, se las arregló para convertirse en un hombre de negocios rico y respetable en Berlín. Sus promesas para la mejora del parque fueron recibidas con entusiasmo por los gobernadores de Berlín.

amusement park

Witte reorganizó la zona. Amplió y modernizó el parque de atracciones con la adquisición de atracciones de feria de segunda mano que provenían del parque en quiebra de "Mirapolis", un parque temático de París. Invirtió más de 1,5 millones de euros al año. Witte soñaba con la construcción del parque de atracciones más grande de la Alemania unificada, aunque nunca llegaría a conseguirlo.

Spreepark 10

Una serie de errores de gestión de Spreepark GmbH llevó al parque a la quiebra. En 2001, la asistencia de visitantes había descendido en 400.000 personas con respecto al año anterior. Witte culpó exclusivamente a la precaria situación del aparcamiento, el cual era pequeño y no tenía buenas condiciones para coches ni autobuses, lo que quitaba atractivo al parque a aquella gente de las afueras de Berlín.

Según los cálculos de Witte, habría necesitado al menos 3.000 plazas de aparcamiento para el parque para funcionar de forma rentable. Debido a las regulaciones para proteger el bosque de Plänterwald, que rodea el parque, se prohibió la tala de árboles, así como la construcción de más carreteras que dieran acceso al recinto.

Spreepark Plänterwald

A pesar de que Witte se había adjudicado un contrato para un parque temático ambientalmente sostenible, pidió varias veces eximir al parque de atracciones de la zona de conservación del paisaje, todo lo cual se negó. En 2001, Spreepark GmbH se declaró insolvente con una deuda de 15 millones de euros.

Lo que sucedió después, parece ser sacado de la imaginación de un guionista de Hollywood...

Witte desmontó algunas de las atracciones de feria y las metió en contenedores, enviándolas a América del Sur. Él quería comenzar de nuevo en Lima y abrir otro parque temático allí. Desafortunadamente, varias atracciones de feria fueron confiscadas en la aduana y otras fueron arruinadas por el clima húmedo. Las ganancias que había dado el parque se gastaron en las reparaciones.

Poco después, Witte entró en un negocio de drogas; en 2004 trató de pasar de contrabando 167 kilogramos de cocaína a Alemania, ocultándola en una de sus atracciones de feria. Pero no funcionó. Witte fue condenado a siete años de prisión en Berlín. Su hijo, que había firmado los documentos de embarque sin saber de la existencia de las drogas, fue detenido en Perú y condenado a 20 años de prisión.

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Mientras que el padre fue puesto en libertad condicional después de cuatro años, su hijo todavía permanecía en una de las peores cárceles de Perú, donde los europeos solo sobreviven si pueden pagar dinero a cambio de protección.

Es una historia trágica de la caída de una familia.

Spreepark

Y ahora, ¿qué pasa con la zona de la Spreepark? Para el estado federal de Berlín, el gran parque de 30 hectáreas es una carga. Siguen pagando grandes sumas de dinero para la limpieza de la finca, además de la seguridad, por no hablar de la pérdida de años de rentas (Wittes todavía debe más de 4 millones de euros). Todos los intentos de vender el parque han fracasado. La razón más importante es la inmensa deuda bancaria de Spreepark GmbH, que se ha alzado a casi 30 millones de euros con el Deutsche Bank como principal acreedor.

Un inversor potencial tendría que comprar también la finca, con un valor estimado de venta de 1,6 millones de euros. Asimismo, todos los posibles inversores se enfrentan a los mismos problemas que el exgerente. Una docena de negociaciones con posibles compradores fueron infructuosas.

En 2008 se detuvo finalmente el procedimiento de insolvencia y la finca fue puesta en libertad por un administrador, ya que solo causaba gastos. Dado que no había nuevo inversor a la vista, la finca fue devuelta a la esposa de Norbert Witte. Ella es la contratista oficial, ya que Witte es incapaz contractualmente debido a sus antecedentes penales.

Spreepark

En julio de 2013, la Oficina de Finanzas de Treptow organizó una subasta del contrato de arrendamiento para pagar las deudas de impuestos de bienes raíces. La puja más alta hacerse cargo del contrato nunca llegó a acercarse a los 30 millones de euros de la deuda de Spreepark GmbH. Dos compradores potenciales lucharon con uñas y dientes, la privada SPV (Spreeplan Verkehr GmbH) y el Liegenschaftsfonds Berlín, que gestiona la propiedad territorial del estado federal.

La oferta más alta alcanzó los 2,5 millones de euros, cuando la oficina de finanzas a cargo inesperadamente canceló la subasta. La ciudad, preocupada por la integridad de SPV, no estaba dispuesta a correr el riesgo de no conseguir sus rentas por segunda vez.

Abandoned fun

No habría una segunda subasta; en marzo de 2014, Liegenschaftsfonds compró el contrato de arrendamiento de los activos de insolvencia, pagó dos millones a Spreepark GmbH y un millón a la oficina de finanzas. De esta manera, el Liegenschaftsfonds, propietario de la finca, se hizo con el control de la zona.

Spreepark

El contrato de arrendamiento actual del Liegenschaftsfonds es válido hasta 31 de mayo 2061. Hasta entonces, de acuerdo con el contrato, el área debe ser utilizada "exclusivamente como un parque temático". El distrito de Treptow, así como los sus residentes, apuestan por un pequeño parque temático, en sintonía con el medio ambiente, para las familias, con juegos infantiles y zoológico, con no más de 500.000 visitantes al año. También hay quienes también han sugerido restaurar la zona a su vieja gloria.

Habrá que esperar para ver qué pasa.

Desde julio de 2014, el nostálgico Spreepark es un lugar de cuento de hadas encantado. Luces parpadeantes, alegría, atracciones y risas de niños han sido sustituidas por un extraño silencio, con un crecimiento incontrolado de la vegetación.

Sin duda alguna, el Spreepark es uno de los lugares más especiales de Berlín.






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  1. jesús olivo dice:

    Me encantan los parques de atracciones abandonados. Ojalá algún día pueda estar presencialmente en uno y poder saber más de los misterios que pueden envolver. Sería sin duda una experiencia increíble ver cómo un día quedó todo parado y lo que ha hecho con ello el paso del tiempo. A la vez sería algo un poco escalofriante.

    Un saludo.

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