Tras 14 años de trabajo continuo (la mayor parte del tiempo bajo la nieve), se completó el ferrocarril funicular más empinado del mundo, abriéndose al público en Suiza.
Conocido como StoosBahn, el ferrocarril va desde la ciudad de Schwyz hasta la aldea alpina de Stoos.
El StoosBahn tardó 14 años en construirse, dos años más de lo previsto, con un coste de 52 millones de francos suizos (53 millones de dólares; unos 43 millones de euros). La diferencia de altura entre su estación inferior y superior es de 744 metros (2,441 pies), con una longitud de pista que abarca 1740 metros (5,709 pies) y con una duración aproximadamente de 7 minutos por trayecto.
StoosBahn cuenta con dos trenes, cada uno con capacidad para 136 pasajeros y con un peso de 27 toneladas. Los trenes constan de 4 cilindros con una capacidad de 34 pasajeros por cada cilindro.
En ambas estaciones, el tren se sitúa en una posición horizontal y, mientras avanzan, los cilindros giran y se ajustan a la pendiente. Los pasajeros están siempre nivelados gracias a un sistema de nivelación automática, incluso con un gradiente máximo del 110%.
Con una inclinación de 47,73 grados (110%), Stoosbahn es el funicular más empinado del mundo.
Bajando de Stoos a Schwyz a bordo del StoosBahn