The Whisperer, el susurrador de Amberes, en Bélgica

La artista Daisy Boman diseñó estas esculturas para que parecieran estar escalando las paredes y el techo de un almacén en Godefriduskaai, en Amberes (Bélgica).

Estas estatuas completamente blancas, de apariencia humanoide, se destacan fácilmente en medio del telón de fondo de una pared de ladrillo rojo.

Antwerpen - The Antwerp Whisperer

Al otro lado de la calle, cerca del muelle, hay otra figura similar reclinada en un pedestal. Esta estatua interactiva se conoce como «The Whisperer» (el susurrador) y está equipada con una pequeña caja de altavoz.

Antwerpen - Museum aan de Stroom

Cualquiera puede dejar un mensaje a otra persona en la estatua utilizando una aplicación llamada De Fluisteraar. Posteriormente, la estatua susurra el mensaje después de ingresar un código. Esto permite que el destinatario previsto acuda a la estatua y, tras introducir ese código, reproduzca el mensaje. La escultura también susurra mensajes generales que se actualizan cada mes.

Antwerpen - The Antwerp Whisperer

La forma elegida para las estatuas de Daisy Boman transmite un fuerte mensaje sobre la igualdad. Según Boman, las formas del cuerpo y las cabezas rectangulares de las estatuas representan a las personas en su estado más primitivo.

De Antwerpse Fluisteraar

Su naturaleza incolora representa esperanza y vida, pero también duelo y dolor.









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