Desde que abriese sus puertas por primera vez en 1888, el Hotel del Coronado ha acogido presidentes, realeza y a algunos de los escritores más famosos del mundo.
L. Frank Baum se quedó en este hotel mientras escribía partes de su serie del Mago de Oz. También diseñó los candelabros presentados en la famosa sala «Crown» (el Salón de la Corona) del hotel.
El «Hotel Del», como lo conocen los lugareños, se encuentra en la ciudad de Coronado (condado de San Diego, estado de California, Estados Unidos). Es uno de los únicos ejemplos que sobreviven de un género de arquitectura estadounidense: complejo de playa victoriano de madera. El complejo puede ser reconocido como la inspiración para el Grand Floridian de Disney World.
Hotel del Coronado es considerado un monumento histórico nacional y la segunda estructura de madera más grande de los Estados Unidos.
El hotel es conocido por muchas características, incluido el famoso fantasma de Kate Morton, el primer árbol de Navidad al aire libre con iluminación eléctrica del mundo y por su papel destacado en Some Like it Hot (Con faldas y a lo loco), protagonizada por Marilyn Monroe y Tony Curtis.
El complejo fue considerado una maravilla de la estructura tecnológica en sus primeros años, y tanto Nikola Tesla como Thomas Edison estaban entre sus afamados huéspedes.
Hoy en día el Hotel del Coronado cuenta el edificio original, así como con un ala más nueva. La Crown Room y otras habitaciones destacadas de épocas pasadas permanecen intactas y congeladas en el tiempo.
Crown Room, el Salón de la Corona
La Crown Room fue (y es) considerada un logro arquitectónico, abarcando 160 pies (48 metros) de largo por 60 pies (18 metros) de ancho, sin ningún pilar que interrumpa la vista. El techo, a una altura de 10 metros, está revestido de hermoso pino de azúcar de Oregón. El autor del Mago de Oz, L. Frank Baum, fue acreditado por diseñar los famosos candelabros de la sala, que fueron instalados 1911.
En 1920, se celebró un enorme banquete en «el Salón de la Corona» para el Príncipe de Gales de Inglaterra y, en 1927, el aviador Charles Lindbergh fue honrado con su propia celebración después de su exitoso vuelo transatlántico en solitario. En la actualidad, la tradición de elegancia de la sala continúa, ya que acoge un espectacular brunch dominical.