Se dice que este cañón de gigantescas proporciones hecho por el hombre es visible incluso desde la Luna sin ningún equipo especial de visión. Y sea verdad o no, lo cierto es que un agujero de 4 kilómetros de ancho es difícil pasar por alto.
Conocido como cañón de Bingham, estas son las excavaciones artificiales más grandes que existen en la superficie de nuestro planeta. El cañón está ubicado al suroeste de Salt Lake City, en Utah (Estados Unidos), y las montañas vecinas de Oquirrh hacen que parezca aún más profundo y extenso.
Bingham (también conocida como Kennecott) es una mina de cobre a cielo abierto que desempeña un papel importante en la economía estadounidense. En un buen año minero, deja al país miles de millones de dólares. Esta fuente de riqueza ha estado funcionando desde 1906. En la actualidad, Bingham también es un Monumento Histórico Nacional, uno de los más inusuales de los Estados Unidos.
La conocida empresa minera llamada Rio Tinto Group es la encargada de administrar Bingham, monitoreando constantemente el estado de la mina. Sus especialistas pueden predecir derrumbes mucho antes de que ocurran. Como resultado, este cañón es totalmente seguro para los trabajadores y el equipo, incluso cuando ocurrió el mayor desprendimiento de tierras en América del Norte (en abril de 2014). Este incidente se debió a un terremoto de 5,1 grados escala de Richter que redujo la producción en 100.000 toneladas.
A día de hoy todavía existe una gran demanda de cobre. Este metal afecta en gran medida a todos los aspectos de nuestras vidas: telecomunicaciones, electricidad, tuberías, agricultura… Todas estas y muchas otras industrias dependen en gran medida de la producción de cobre.
El cañón artificial de Bingham, de 1,21 kilómetros de profundidad y 4 kilómetros de ancho, cubre una superficie de 7,7 kilómetros cuadrados.
Cañón Bingham desde el aire