Inaugurado en el año 1902, el túnel peatonal de Greenwich lleva a los viandantes por debajo del río Támesis, en Londres, a una profundidad de 15 metros, conectando Greenwich con la Isla de los Perros.
El túnel de hierro fundido tiene 370 metros de largo y está cubierto con alrededor de 200.000 azulejos blancos. Fue creado originalmente para que los trabajadores que vivían en el sur de Londres pudiesen ir a trabajar a los muelles de la Isla de los Perros, reemplazando un servicio de ferry. A día de hoy, cualquier persona que quiera cruzar el río Támesis puede acceder al túnel, el cual está abierto las 24 horas del día.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el extremo norte del túnel fue dañado en el bombardeo de Londres. En ese mismo punto se puede ver la estructura reforzada con un revestimiento de hormigón y acero grueso.
Para entrar en el túnel hay que buscar los edificios abovedados acristalados que dan acceso al pasadizo subterráneo.
Desde 2009 hasta 2014, se llevaron a cabo varios trabajos de reforma y remodelación mediante los cuales se instalaron nuevos ascensores y se mejoró el sistema de drenaje del túnel. Hay que apuntar que el acceso al túnel es por escaleras o ascensores.
En la actualidad, el consejo de Greenwich está «probando» el uso compartido del túnel, siendo transitado por persona y bicicletas.