El Gran Bazar de Estambul

El Gran Bazar de la capital turca, Estambul, es uno de los mercados cubiertos más grandes y más antiguos del mundo, que abarca un total de 61 calles y más de 3.000 tiendas. A pesar de un aumento constante de los modernos centros comerciales en Turquía, el Gran Bazar sigue siendo la atracción turística más visitada del país. En 2014, se convirtió en uno de los atractivos turísticos más visitados en el mundo entero, con más de 91 millones de visitantes anuales.

El Gran Bazar fue encargado por el sultán Mehmet II en el invierno de 1455-1456, poco después de la conquista otomana de Estambul en 1453. En un principio, en el Gran Bazar se negociaban solo textiles, y fue llamado "Cevahir Bedestan" o "Bedesten de gemas", donde la palabra "bedesten" significaba "bazar de los vendedores de tela" en persa. El Gran Bazar era una estructura de ladrillos y madera, con grandes arcos abovedados.

Algunos años más tarde, el sultán Mehmet II decidió mandar construir otro mercado cubierto a escasos metros, llamado el "Sandal Bedesten". El nombre proviene de una especie de tejido en Bursa, que tenía el color de la madera de sándalo. Sandal Bedesten yacía al norte de Cevahir Bedestan, y ahora es el segundo edificio más antiguo dentro de el Gran Bazar actual.

Después de la construcción de Sandal Bedesten, el comercio de textiles se trasladó allí, mientras que el Cevahir Bedesten estaba reservado para el comercio de bienes de lujo. En un principio se aislaron los dos edificios, pero pronto muchos vendedores abrieron sus tiendas entre ambos y a su alrededor, por lo que nació toda una superficie de comercio de grandes dimensiones. A principios del siglo XVII, el Gran Bazar ya había alcanzado su forma actual. La enorme extensión del Imperio Otomano en tres continentes, y el control total de las comunicaciones por carretera entre Asia y Europa, hicieron del Bazar un comercio sin rival en Europa, respecto a la abundancia, variedad y calidad de sus productos a la venta.

El Gran Bazar es todavía un mercado masivo que emplea a 26.000 personas y es visitado por 250.000-400.000 personas al día. Las calles están cubiertas por tela y se alinean a ambos lados pequeños puestos que venden de todo, desde ropa, joyas, muebles o alfombras, hasta cerámica, zapatos, libros, especias y mucho más. Los puestos de venta de bienes similares suelen agruparse juntos. Los precios son raramente fijos, por lo que el regateo es parte del juego de las compras en el Gran Bazar.

Al final del día, cada puesto se cierra con nada más que cortinas, aunque el Gran Bazar está protegido por puertas y guardias de seguridad las 24 horas. A pesar de la riqueza inmensa presente en el bazar, los robos no son muy habituales aquí. El más importante de estos incidentes ocurrió en 1591, cuando 30.000 monedas de oro fueron robadas en el antiguo Bedesten. El robo conmocionó a la totalidad de Estambul, y el Gran Bazar permaneció cerrado durante dos semanas, hasta que el dinero fue recuperado de un joven persa, un vendedor de almizcle. El culpable fue ejecutado en la horca.

Aparte de unas cuantas calamidades naturales de incendios y terremotos, el Gran Bazar ha tenido una existencia pacífica en su mayoría, hasta el año pasado, cuando funcionarios de la ciudad comenzaron un proyecto de renovación. La idea era convertir partes del enorme mercado en hoteles, en un intento de impulsar el turismo en la zona. La escena se volvió un poco fea cuando varios comerciantes fueron desalojados del Bazar, conduciendo a sonadas protestas en las calles.

"Se trata de una planificación ciega, totalmente orientada al lucro", comentó Mücella Yapici, de la cámara de arquitectos de Estambul, a The Guardian. "Destruye la historia y la cultura de Estambul, también a los residentes originales, pequeñas empresas y oficios tradicionales. Al final, van a matar el turismo, porque los turistas no vienen aquí para ver hoteles de lujo, centros comerciales ni residencias ostentosas", añadió.

"Es una pérdida terrible para Estambul. Toda la ciudad está siendo devorada por el desarrollo del turismo y convertida en un lugar sin vida, sin cultura propia. Poco a poco, Estambul se convertirá en un lugar como Las Vegas", dijo Ugur Tanyeli, un famoso historiador turco. Por su parte, el alcalde Demir aseguró que el estado original de Bazar no se modificaría.

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  1. DAVID dice:

    Bonita entrada

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