La solitaria ciudad de Solitaire, en Namibia

Solitaire es un pequeño asentamiento situado en la región de Khomas de Namibia central, cerca del parque nacional de Namib-Naukluft, en el suroeste de África. La peculiar ciudad está situada en un cruce de caminos que conectan C14 (Walvis Bay y Bethanie) y C24 (conectando Rehoboth y Sossusvlei), ambas de las cuales son rutas principales del parque nacional anteriormente mencionado.

Con ningún otro pueblo a kilómetros de distancia, y siendo el único lugar para conseguir combustible entre las dunas de Sossusvlei y la costa de Walvis Bay, Solitaire es una parada frecuente para los turistas. Aparte de una gasolinera, también cuenta con torres de perforación para extraer petróleo, además de un taller de reparación mecánica, una oficina de correos y una panadería. También cuenta con un campamento y un hotel cercano.

El área de Solitaire fue comprada por Willem Christoffel van Coller, de la Administración del Suroeste (el gobierno de Namibia en aquel entonces) en el año 1948, con una superficie aproximada de 33.000 hectáreas de tierra con el propósito de la cría de ovejas Karakul.

Van Coller, al estar tal alejado de su esposa, llamó al lugar Solitaire (solitario).

Construyó una pequeña casa de campo de 2 habitaciones cerca del cruce de caminos de grava junto a un rancho. En años posteriores, construyó una pequeña tienda y una bomba de gasolina manual. La tienda también llegó a actuar de oficina de correos regional en la que se entregaban sacas de correo semanalmente. Finalmente, en el año 1851, levantó una capilla.

Durante la mayor parte de año, Solitaire es una ciudad de caballos, pero durante la temporada turística se vuelve realmente ajetreada, con un paso constante de turistas con dirección a las dunas de Sossusvlei. Hoy en día, Solitaire dispone de un restaurante y bar que sirven desayunos y menús para el almuerzo y la cena. Hay un servicio de lavandería, internet y aparcamiento vigilado.

Solitaire ganó gran cantidad de interés a raíz de la publicación del libro del mismo nombre escrito por el holandés Ton van der Lee. El libro ha inspirado a muchos turistas para hacer una peregrinación a este remoto lugar de Namibia.