La vaca de Troya, la ingeniosa forma de cruzar el Muro de Berlín

El Muro de Berlín fue una barrera física que dividió la ciudad de Berlín en dos partes desde 1961 hasta 1989.

Construido por la República Democrática Alemana (RDA), su propósito era evitar la emigración de sus ciudadanos hacia Berlín Occidental y, por extensión, hacia Alemania Occidental y otros países occidentales.

El muro se convirtió en un símbolo de la Guerra Fría, representando la división ideológica y física entre el bloque comunista del este y las democracias occidentales. Su caída en 1989 fue un evento crucial que marcó el principio del fin de la Guerra Fría y llevó a la reunificación de Alemania en 1990.

La vaca de Troya

En su libro "The Berlin Wall Story", Hans-Hermann Hertle relata diversas tácticas ingeniosas y valientes que emplearon los ciudadanos del Berlín este para cruzar el muro hacia la parte occidental.

Una de las estrategias más astutas y menos conocidas fue la llamada "Vaca de Troya".

La táctica de la Vaca de Troya, como nos podemos hacer una idea, está inspirada en el famoso Caballo de Troya de la mitología griega.

Los ciudadanos de Alemania del Este, buscando la libertad en el Oeste, modificaron vehículos de diversas maneras para esconderse dentro de ellos. Sin embargo, la "Vaca de Troya" era única en su enfoque.

Cruzar el muro con una vaca en un camión

Fue en la tarde del 7 de julio de 1969 cuando un camión pretendía cruzar el Muro desde Berlín Oriental hasta Berlín Occidental. Los guardias que vigilaban en ese momento el cruce fronterizo de Drewitz detuvieron el vehículo para un control rutinario.

Uno de los guardias pidió al conductor descubrir la parte trasera del camión.

Dentro del camión había una vaca de cartón piedra envuelta por un plástico. Según el conductor, llevaban a la vaca a una exhibición en Berlín Occidental.

Algo no debió cuadrar al guardia sobre esa vaca de exhibición, por lo que se acercó y dio unos pequeños golpes al lomo del animal. Al mismo tiempo escuchó algo que parecía ser la respiración de una persona dentro.

Los guardias mandaron bajar la vaca del camión para examinarla. Rápidamente encontraron una especie de trampilla en la parte inferior del animal.

Una vaca hueca con una persona dentro

Dentro de la vaca se escondía a Angelika B., una chica de 18 años de la ciudad de Karl-Marx-Stadt (actual Chemnitz) y comprometida con un berlinés occidental.

El prometido de Angelika, al otro lado del muro, había pagado 5000 marcos alemanes a los dos cómplices que conducían el camión para ayudar a escapar a Angelika de su casa de Karl-Marx-Stadt y reunirse con él en Berlín Occidental. Y en caso de que hubiesen tenido éxito, los dos cómplices hubiesen recibido otros 5000 marcos adicionales.

Una vaca para exhibiciones

Aquellos dos hombres a los que contrató el prometido de Angelika anteriormente habían construido la "Vaca de Troya" con la que ayudaban a cualquier personas que quisiese escapar de Berlín Este a Berlín Oeste. Y es que el cruzar la frontera que marcaba el muro se llegó a convertir en un negocio muy lucrativo para algunos.

Los dos hombres habían construido una vaca de cartón piedra a tamaño natural para ser utilizada en distintos tipos de exhibiciones, o al menos eso querían hacer creer.

El interior de la vaca estaba hueco y dentro podía esconderse una persona.

El viaje a través de la frontera dentro de la vaca, que a su vez estaba dentro de un plástico y del camión, era lento y lleno de peligros.

La persona dentro de la vaca tenía que soportar condiciones de hacinamiento, falta de aire y la amenaza de ser descubierta. Sin embargo, para aquellos lo suficientemente desesperados como para intentarlo, el riesgo valía la pena si el fin a alcanzar era la libertad.

Antes del intento de fuga de Angelika, la vaca ya se había utilizado con éxito en dos ocasiones para que dos fugitivos cruzasen el muro desde la parte oriental hacia la parte occidental.

Penas de cárcel para los implicados

Finalmente los dos cómplices y el prometido de Angelika fueron arrestados por los guardias orientales y condenados a 3 años de prisión cada uno por "tráfico subversivo de personas".

Por su parte, Angelika fue condenada a 2 años y 10 meses de prisión, aunque pronto fue entregada a las autoridades occidentales tras el pago de un rescate.

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